"Nano-oro plástico” de 18 quilates ultraliviano.

El quilate (Kilate en Inglés) expresa la cantidad de oro contenida en una aleación, su equivalencia es de una parte de oro puro en veinticuatro partes de la masa total. Cuando decimos oro 18 quilates nos estamos refiriendo a 18 partes de oro puro en veinticuatro partes de la masa total. Las 6 partes restantes son de cobre, por lo que se suele decir que la aleación convencional contiene generalmente tres cuartos de oro y un cuarto de cobre.

Crédito: ETH Zurich / Peter Rüegg

Su peso es por cm³ de 15 gramos. Investigadores del ETH de Zurich (Suiza) han creado un oro 18 quilates increíblemente liviano reemplazando el cobre por una matriz de plástico conteniendo fibras de proteínas y látex polimérico en la cual incrustaron discos delgados de nanocristales de oro. El nuevo oro tiene un peso de solo 1,7 gramos por cm³_, no obstante sigue siendo oro de 18 quilates con una masa casi 10 veces menor. El nuevo oro liviano permite disminuir el peso de aros, anillos, gargantillas, relojes y joyas en general. El estudio se publicó el 10 de enero del año 2020 en la revista  Advanced Functional Materials. El "oro plástico" si cae sobre una superficie dura suena como plástico pero brilla como el oro metálico. También permite ser pulido y trabajado en la forma deseada. Se puede reemplazar el látex de la matriz con otros plásticos, como el polipropileno, en este caso el "oro plástico" permite imitar el proceso de fusión del oro, pero a temperaturas mucho más bajas.

Crédito: Stephan Handschin / ScopeM / ETH Zurich 

 Además, la forma de las nanopartículas de oro puede cambiar el color del material: las "nanoplaquetas" producen el brillo típico del oro, mientras que las nanopartículas esféricas de oro le dan al material una tonalidad violeta. Si bien el oro plástico será especialmente demandado en la fabricación de relojes y joyas, también es adecuado para catálisis química, aplicaciones elec- trónicas y blindaje contra la radiación. El objetivo de crear un oro liviano, procesable, para utilizar en la mayoría de las aplicaciones donde el oro se emplea hoy en día está cumplido. El mercado tiene la última palabra.

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