sábado, 10 de marzo de 2018

Nanosingularidad tecnológica, robots de ADN y cáncer.

El origami de ADN es el plegamiento del ADN para crear objetos tridimensionales en la nanoescala (1-100 nm). El método actual de origami de ADN fue publicado por Paul Rothemund en el año 2006 (Folding DNA to create nanoscale shapes and patterns), en la revista Nature.
Ido Bachelet, de la Universidad Bar-Ilan, presentó en el año 2015 un método para producir nanorrobots (nanobots) de ADN innovadores con capacidad para llegar a lugares específicos del cuerpo y llevar a cabo operaciones programadas. En este caso, la programación, implica la detección de células cancerosas y el suministro de un tratamiento específico directamente contra éstas sin afectar las sanas.
En el reciente artículo “A DNA nanorobot functions as a cancer therapeutic in response to a molecular trigger in vivo”, 19 investigadores de China y EEUU, presentan nanobots de ADN programables e inteligentes que buscan y destruyen tumores mediante la limitación del suministro sanguíneo induciendo la coagulación de la sangre (trombina) para lograr la muerte del tejido y por ende la destrucción del tumor. Los nanobots de ADN y otros, se presentan como una de las promesas más concretas para combatir el cáncer. 
Crédito: artículo de la lectura complementaria.
Se suele aceptar que cuando la inteligencia artificial exceda la inteligencia total de la raza humana, habremos alcanzado una singularidad tecnológica, momento en el cual los robots se podrán autorreplicar mejorando cada vez sus características. La aparición de los nanobots autorreplicantes permiten pensar en una nueva forma de singularidad: la nanosingularidad tecnológica centrada en los nanobots. Su aparición califica como una segunda singularidad tecnológica porque representa el desarrollo de las primeras formas de vida artificiales, con una inteligencia rudimentaria para llevar a cabo funciones programadas, junto con la capacidad de reproducirse. Tal vez se pueda pensar en ellos como el equivalente tecnológico de las bacterias y los virus (Louis A. Belmonte). 
Cabe destacar nuevamente su potencial para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer a nivel celular.Se estima que el crecimiento exponencial de los nanobots ocurrirá entre los años 2020 y 2030. Ahora en el futuro (2030-2040) podremos esperar además de la singularidad tecnológica una nanosingularidad tecnológica centrada en nanobots inteligentes capaces de autorreplicarse. 
¿Puedes inferir cuál llegará primero?  

Lectura complenentaria:

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