En el
artículo Dynamic gating of infrared radiation in a textile publicado el 8 de febrero del 2019 en la revista Science, investigadores de la
Universidad of Maryland explican el desarrollo de una tela capaz de regular
automáticamente la cantidad de calor que la atraviesa. Cuando las
condiciones son cálidas y húmedas la tela permite a la radiación infrarroja
(calor) traspasarla. Cuando las condiciones se vuelven más frías y secas
el tejido reduce el paso del calor generado por el cuerpo.
Crédito: F. Levine, M. Li, S. Deng y YH Wang. de Maryland. |
El nuevo textil, adaptable al infrarrojo, está compuesto de fibras de triacetato de celulosa recubiertas con nanotubos de carbono. El triacetato de celulosa puede absorber agua lo que tiende a unir las fibras y agrandar los poros; en caso contrario la celulosa repele la fibras y achica los poros. Como los materiales son capaces de repeler o
absorber el agua, las fibras se deforman cuando se exponen a la humedad del cuerpo
sudoroso. Esa distorsión acerca las hebras del hilo produciendo dos
efectos. En primer lugar abre los poros de la tela generando un pequeño
efecto de enfriamiento por permitir escapar al calor; la segunda y más
importante surge de la modificación del acoplamiento electromagnético entre los
nanotubos de carbono del recubrimiento capaz de aumentar o disminuir la disipación del calor. Por lo expuesto la tela permite que
pase la radiación infrarroja o la bloquea. La reacción es casi
instantánea, antes de darnos cuenta de que nos estamos calentando, la prenda ya
podría estar bajando nuestro calor. Por otro lado, cuando un cuerpo se enfría, el
mecanismo de cierre dinámico funciona a la inversa para atrapar el calor
generado por el cuerpo. La tela presentada es un verdadero regulador
bidireccional, constituyéndose en el primer textil capaz de autorregular nuestro
intercambio de calor con el ambiente.
Información complementaria:
Dynamic gating of infrared radiation in a textile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario