La premisa sustentada por la Bionanoarquitectura es que la vida
responde mejor a diseños y materiales concordantes con la preservación de la
naturaleza de los habitantes y de la naturaleza del medio, de modo de hacer más
armónica y sustentable la existencia.
Un punto de inflexión
dentro de la biotecnología moderna se produce con la presentación en el año
2000 de los datos del Proyecto Genoma Humano. El conocimiento del mapa genético
humano ha brindado por primera vez en la historia la posibilidad de disponer
del acervo genético como materia prima básica de la actividad socioeconómica
del presente y del futuro. El conocimiento del genoma humano, desde el
nacimiento, permitirá detectar nuestra tendencia genética a cierto tipos de
actitudes-enfermedades para las cuales se deben adaptar las características de
las viviendas y no forzar al individuo a los diseños arquitectónicos contra su
natural tendencia genética.
Con el transcurso del tiempo
se comprendió la necesidad de conocer un aspecto complementario de nuestro
genoma. En las distintas partes del ser humano existen microorganismos tales
como bacterias y hongos desarrollados en una relación íntima con el cuerpo.
Ellos superan aproximadamente en 100 veces la cantidad de nuestras propias
células. La sociedad formada por los microorganismos y los humanos produce un
beneficio mutuo. El estudio global de secuenciación del genoma de la comunidad
de microorganismos presentes en la microflora se centra en un nuevo campo
biotecnológico: la metagenómica humana. Su propósito es proporcionar una visión
amplia centrada en el descubrimiento de genes de interés especial en las
comunidades microbianas relacionados con nuestro estado de salud y
enfermedad. En la actualidad, el proyecto del microbioma humano se suma al
del genoma humano ampliando de ese modo el acervo genético referencial sobre
estado de salud de una persona en relación con su medio. La microflora humana es
la interfase con la microflora de nuestro hábitat, susceptible a los grandes
cambios medioambientales producto de la actividad del hombre.
Bionanoarquitectura. Alberto L. D'Andrea. El Cronista. 29/06/2009 |
La nanotecnología nos
puede ayudar a mantener un hábitat equilibrado a través de la utilización de
nanomateriales tendientes a lograr un máximo aprovechamiento de los recursos
naturales sin producir desequilibrios que repercutan en la metagenómica del
lugar y en definitiva en su fino equilibrio con nuestra salud. También la
nanotecnología puede dar respuesta a múltiples necesidades ambientales y a
ciertos genes vinculados con distintas problemáticas humanas usuales (ansiedad,
depresión, stress, abatimiento, etc.).
Sólo citaremos unos
pocos ejemplos. Pinturas nanotecnológicas con cierta especifidad antibacteriana
destinadas a eliminar microorganismos que puedan afectar la bioflora normal. Pinturas
adicionadas con nanoesferas cerámicas capaces de disminuir la conducción
térmica aumentando la capacidad reflectiva de las superficies mejorando la
aislación de la vivienda y por ende disminuyendo el consumo de energía destinada
para refrigerar o calefaccionar en un 20%. Pinturas, para ansiosos, que cambian el color de la pared durante el
día según el ángulo de incidencia de la luz. Desde lo ambiental, la nanotecnología,
también permite construir paneles solares diurnos más eficientes, paneles
solares nocturnos hechos con nanocristales nanométricos capaces de absorber y
funcionar con la radiación infrarroja que durante la noche se refleja desde las
nubes (efecto invernadero) y pintura catalítica
capaz de convertir el monóxido de carbono a dióxido de carbono.
Imaginemos que pronto,
alguien que viva en un departamento muy pequeño, en condiciones contrarias a su
tendencia natural, podrá tener una pantalla girante muy finita en su pared (tipo
OLED) y le bastara con seleccionar dónde quiere estar (servicio de nanocámaras
incluido). Tomando una cerveza (en su departamento) pero mirando en tiempo real
el entorno en el bar Palentino en Madrid, o tomar un café mirando a su
alrededor o por una ventana la gente pasar en tiempo real en el café Tortoni de
Buenos Aires, o almorzar mirando las
cataratas del Niágara desde Estados Unidos o Canadá o el rompimiento del
glaciar Perito Moreno en la provincia de Santa Cruz (Argentina),...
Conocer nuestro genoma
hará posible detectar nuestra tendencia a ciertos entornos compatibles; a una
arquitectura centrada en las necesidades genéticas individuales de modo de que
la nurtura respete a la natura, no imponiéndole una adaptación artificial tras
la apariencia de un forzado equilibrio condenado al fracaso emocional. La
interacción dinámica entre la nanotecnología y la biotecnología nos dará las
herramientas necesarias para la comprensión profunda e integral del ser humano
y nos brindará herramientas para incidir subjetiva y objetivamente en el arte y
la técnica de la construcción.
La producción
arquitectónica basada en la biotecnología y la nanotecnología correlaciona
objeto, medio y sujeto en una relación sinérgica y dinámica. La Bionanoarquitectura
finalmente se podría visualizar como la contribución de la biotecnología y de
la nanotecnología a la arquitectura para mejorar las condiciones de
habitabilidad del planeta.
Lectura complementaria:
Casas hechas a medida (de nuestros genes).
Nota: el presente artículo es una actualización del publicado en El Cronista el 9 de junio del año 2009.
Nota: el presente artículo es una actualización del publicado en El Cronista el 9 de junio del año 2009.
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