Durante
años se habló de macroeconomía y de microeconomía sin poner el foco
específicamente en el individuo. Avanzar hacia un contexto necesario para
superar las problemáticas actuales implica, para algunos, centrarse en el
comportamiento económico de las personas y, para otros, dar respuestas a sus
necesidades económicas. En principio ambas posturas se complementan,
la primera se basa en el saber y la segunda en el saber hacer. La
nanotecnología realiza innovaciones construyendo con átomos y moléculas. Tal es el grado de desarrollo actual que dentro de una nanopartícula muy pequeña, por ejemplo de 10nm (1nm equivale a 10-9m), puede ubicar e individualizar cada átomo en imágenes
3D.
Hace visible lo que hasta ahora era invisible. De eso trata la nanoeconomía de visibilizar las necesidades de cada persona, individualizarlas y dar las respuestas necesarias. En la actualidad, una ley, un decreto o una simple resolución puede beneficiar a cierta cantidad de gente, no afectar a otros y perjudicar al resto. No existe una preocupación real por visibilizar la problemática de cada individuo. Saber cuánto necesita para vivir dignamente, considerando lo necesario para tener vivienda, comida, trasporte, resguardo de su salud, etc. Luego agrupar a quienes tienen necesidades similares y actuar en consecuencia. Tal como hace la nanotecnología, hacer visible a quienes hasta ahora no lo son. La pregunta es, ¿por qué no lo son? Cuando uno utiliza un microscopio selecciona el aumento según lo que necesita o quiere observar. Resulta evidente que la construcción económica, en la actualidad sin rumbo, comenzó de arriba hacia abajo, macro, micro,…algo tan antinatural como que nunca tuvo en consideración las leyes de la naturaleza logrando no solo una economía global también una destrucción ambiental exponencial. Indefectiblemente nos vamos acercando a la nanoeconomía, con la necesidad de invertir el orden, de abajo hacia arriba, de la necesidad individual a una micro y macro real, centrada en las necesidades de las personas y no en legislaciones arbitrarias.
Es tiempo de incorporar la tercera pata a la microeconomía y macroeconomía, es tiempo de visibilizar las necesidades de todos los integrantes del planeta, es tiempo de nanoeconomía.
Hace visible lo que hasta ahora era invisible. De eso trata la nanoeconomía de visibilizar las necesidades de cada persona, individualizarlas y dar las respuestas necesarias. En la actualidad, una ley, un decreto o una simple resolución puede beneficiar a cierta cantidad de gente, no afectar a otros y perjudicar al resto. No existe una preocupación real por visibilizar la problemática de cada individuo. Saber cuánto necesita para vivir dignamente, considerando lo necesario para tener vivienda, comida, trasporte, resguardo de su salud, etc. Luego agrupar a quienes tienen necesidades similares y actuar en consecuencia. Tal como hace la nanotecnología, hacer visible a quienes hasta ahora no lo son. La pregunta es, ¿por qué no lo son? Cuando uno utiliza un microscopio selecciona el aumento según lo que necesita o quiere observar. Resulta evidente que la construcción económica, en la actualidad sin rumbo, comenzó de arriba hacia abajo, macro, micro,…algo tan antinatural como que nunca tuvo en consideración las leyes de la naturaleza logrando no solo una economía global también una destrucción ambiental exponencial. Indefectiblemente nos vamos acercando a la nanoeconomía, con la necesidad de invertir el orden, de abajo hacia arriba, de la necesidad individual a una micro y macro real, centrada en las necesidades de las personas y no en legislaciones arbitrarias.
Es tiempo de incorporar la tercera pata a la microeconomía y macroeconomía, es tiempo de visibilizar las necesidades de todos los integrantes del planeta, es tiempo de nanoeconomía.
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