El avance
tecnológico se produce en la actualidad en una sociedad científico-tecnológica consolidada, más
madura, producto de la evolución a través del tiempo de las etapas primitivas
del desarrollo. No es de extrañar en ese contexto el crecimiento de un
"humanismo tecno”, un concepto
centrado en utilizar los beneficios de la tecnología para ayudar a las
problemáticas de la época y a la humanidad toda.
La economía física
postula que las teorías económicas para ser válidas deben
cumplir con las leyes de la naturaleza especialmente con las leyes físicas de
la termodinámica según la cual el funcionamiento solo puede garantizarse por
una entrada continua de energía y materiales, debiendo siempre considerarse la
irreversibilidad de los procesos. Centra
las problemáticas económicas actuales en el divorcio entre las teorías
económicas y el cumplimiento de las leyes de la
naturaleza. Para los
economistas todo es un ciclo de producción y consumo, pero para la naturaleza
esto no constituye un ciclo, es sólo un gasto unidireccional de energía y
recursos naturales no renovables en el tiempo que se consumen. Las respuestas necesarias a la
problemática planteada por la economía física
surgen de la mano de humanistas tecno tendientes a aplicar los desarrollos
biotecnológicos para generar en tiempo y forma los recursos necesarios, dando origen a una economía
superadora para brindar las soluciones adecuadas: la bioeconomía.
No obstante la bioeconomía sufre un doble ataque del establishment,
en primer lugar la redefinen como la
actividad económica que se nutre de la investigación y la innovación en las
ciencias biológicas, en un intento por mantener subordinada la naturaleza al contexto económico mundial
actual. Una bioeconomía de conveniencia para disfrazar la crisis mundial en la
cual las medidas de política económica recomendadas fallan en forma sistemática
ante el asombro de los propios economistas quienes ven cómo las recetas
aprendidas en sus universidades no funcionan. En segundo lugar prestigiosos
economistas de prestigiosas universidades salen a atacar y desprestigiar la
bioeconomía utilizando a sabiendas la falsa definición y presentándola como una
nueva herramienta de los grupos monopólicos para conservar el poder. Una forma
de “embarrar la cancha” pretendiendo confundir y desprestigiar a la verdadera bioeconomía de los humanistas tecno tendiente a generar los recursos renovables necesarios, tendiente a subordinar la
economía a la vida en el planeta.
Lectura complementaria:
Bioeconomía de conveniencia vs bioeconomía real.
Lectura complementaria:
Bioeconomía de conveniencia vs bioeconomía real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario