Erwin Rudolf Josef
Alexander Schrödinger fue un físico austríaco que realizó importantes contribuciones
en los campos de la mecánica cuántica y de la termodinámica. Recibió el
Premio Nobel de Física en 1933 por el desarrollo de “la ecuación de
Schrödinger”, aporte central para el modelo atómico probabilístico vigente. En
1944 publicó en inglés un pequeño volumen titulado ¿Qué es la vida? (What is
life?), resultado de unas conferencias divulgativas. En el libro plantea
lo que se suele denominar “la paradoja de Schrödinger”: las leyes de la
física tal como las conocemos son leyes estadísticas y tienen mucho que
ver con la tendencia natural de las cosas de ir hacia el desorden. La
vida no cumple con la versión clásica la segunda ley de la
termodinámica para la cual la entropía (desorden atómico molecular) total
aumenta inevitablemente en todo proceso espontáneo. En tal contexto los seres
vivos mantienen un orden atómico molecular vital, entre otras cosas,
para la perdurabilidad del material hereditario. El secreto de la vida
consiste en mantener un sistema ordenado en un medio en desorden continuo.
“La paradoja de Schrödinger” conduce a una termodinámica para la vida tendiente
a unir la física con la vida. Es así como posteriormente Nicolás Georgescu
Roegen habla del metabolismo de la sociedad humana centrado en las
trasformaciones de energía y materiales necesarias para su existencia.
Introdujo los conceptos de metabolismo endosomático y metabolismo exosomático
para diferenciar las transformaciones de energía y materiales que tienen lugar
dentro y fuera del cuerpo humano. Así el metabolismo endosomático esta
relacionado con una alimentación con entropía negativa a través del consumo de
alimentos como fuente de energía ordenada en uniones químicas, y el
exosomático con el resto de la energía consumida en nuestras actividades
diarias, tales como la utilización de electricidad o el megaconsumo de
combustible. La metáfora metabólica permite realzar que todo proceso económico
depende de la existencia, en el medio, de los recursos naturales necesarios
para producir y consumir; los sistemas sociales dependen de los sistemas
naturales para su supervivencia. Algo totalmente ignorado por la economía de
pensamiento único centrada solamente en los mercados, en el intercambio
comercial y en la acumulación de poder, sin considerar los límites que
imponen los recursos naturales. Ignorar la base material del proceso económico
y las necesidades para la vida de 7000 millones de habitantes sólo puede
conducir nuevas crisis, incluso peores que las actuales. Indefectiblemente la
economía centrada en las leyes de la naturaleza prevalecerá y sobre la base de
la visión integral de la física del proceso económico (Economía
Física) las soluciones llegarán de la mano de la potente biología
molecular y de la practicidad de la biotecnología, es decir de una bioeconomía
para la vida.
Lectura complementaria:
Muy buena introducción para pensar en Fisica, Biologia y Economia ... es hora (hace tiempo) de integrar los conocimientos de cada area. Para la investigacion y la formacion de nuevas generaciones.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
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