La economía actual comienza a disminuir su dependencia
del mercado y la globalización debido fundamentalmente al crecimiento de la
productividad alcanzado gracias a las incesantes innovaciones tecnológicas. Las
NBIC (Nano, Bio, Info y Cogno) se entrelazan en una simbiosis conducente, desde
el actual proceso productivo con fuerte incidencia de algunas de ellas, a un futuro
mediato caracterizado tanto por la producción utilizando biofábricas transgénicas
hasta la producción con impresoras 3D
robotizadas y comandadas por computadoras cognitivas. Es así como
la actual y pujante bioeconomía, centrada en las respuestas que la
biotecnología es capaz de dar para la producción de más energía, más y mejores
alimentos, el cuidado del medio ambiente y la disminución en los gastos en
salud, se irá nutriendo de los aportes de las restantes tecnologías
convergentes para conducir a una economía de convergencia capaz de
descentralizar la producción mundial en todo lo referente a energía y alimentos,
de la misma forma que al presente las tecnologías de la información lograron democratizar
las comunicaciones. Un mundo más
horizontal en el cual las innovaciones en las NBIC permitirán producir energía
y alimentos en muchos lugares del planeta, hoy no aptos y sin riquezas
naturales; logrando desconcentrar el poder actual conducente inexorablemente
a una economía de pensamiento único en la cuál el mercado constituye el valor
excluyente. El arrollador avance producido por las innovaciones tecnológicas
nos crea un nuevo, distinto y esperanzador condicionamiento, el de adquirir más
y más actualizados conocimientos en forma integrada para poder avanzar con
claridad entre las penumbras de un mundo cada vez más complejo.
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