En artículos `previos vinculados con la
posibilidad de fabricar cerebros cuasi similares decíamos: “los nanochips
neurosinápticos fueron desarrollados por IBM (TrueNorth). Cada nanochip
equivale a 1 millón de neuronas y 256 millones de sinapsis programables a
través de 4.096 núcleos neurosinápticos individuales. Estos nanochips cuentan
con una cifra record de 5.400 millones de transistores en cada uno. El nanochip
neurosináptico integra a la capacidad de
procesamiento matemático de las computadoras clásicas, equivalente al lado
izquierdo del cerebro, con la capacidad adicional de imitar el lado derecho dónde
impacta la información percibida por los sentidos, pudiendo procesar imágenes y
la información recibida por una cantidad casi ilimitada nanosensores para
responder y resolver con inteligencia complejas situaciones”. No obstante el cerebro
humano tiene una parte de ordenador analógico extremadamente compleja. Su
evolución se basa en sus experiencias previas y hasta ahora esta funcionalidad
no se pudo reproducir de manera adecuada con la tecnología digital. El
desarrollo de nanomemorias tipo memristor (resistencias de memoria) constituye
un requisito previo para la construcción de redes de neuronas artificiales
capaces de igualar el rendimiento y la funcionalidad de sus homólogos
biológicos. Durante muchos años los componentes básicos
de un circuito eléctrico de diferencia de potencial variable fueron la
resistencia (reactancia óhmica), el capacitor
(reactancia capacitiva) y la bobina (reactancia inductiva). A partir del
año 2008 comenzó a confirmarse la posibilidad de un nuevo componente, el
memristor, capaz de comportarse de una
manera similar a las sinapsis de las neuronas dentro del cerebro humano. La
resistencia a la corriente dentro de un memristor es el producto de las
corrientes que han fluido previamente a través de él. La corriente fluye cada
vez más fácil cuanto más fluye una corriente previa. Debido a estas
propiedades los memristores tienen a constituir una memoria no volátil y
permiten producir computadoras mejoradas en la comprensión del habla, las
imágenes y el mundo que les rodea. Investigadores del Royal Melbourne Institute
of Technology (RMIT) de Australia, publicaron en la revista Advanced Functional Materials, los detalles de la construcción de una
nanomemoria multiestado con capacidad de almacenar y procesar
multiples líneas de información al mismo tiempo. El almacenamiento digital
convencional, tal como el USB, registra los datos en una secuencia binaria de
ceros y unos, la nanomemoria presentada puede almacenar información en múltiples estados.
Algo similar a la diferencia entre un interruptor de la luz regular y un
interruptor equipado con un regulador de intensidad. Cuando se tiene un interruptor
de luz en la casa, sólo puede encender y apagar; hay luz o no. Disponer de un regulador de
intensidad da la flexibilidad de modificar la cantidad de luz que se desea utilizar todo
el tiempo. Este tipo de nanomemorias flexibles suman un importante
componente a la capacidad
del procesamiento matemático e integradas a los nanochips neurosinápticos
permiten completar las características necesarias hacia la construcción de
cerebros homólogos a los humanos.
Lecturas complementarias:
"Convolutional Networks for Fast, Energy-Efficient Neuromorphic Computing"
"Real-time Sensory Information Processing Using the TrueNorth Neurosynaptic System".
Lecturas complementarias:
"Convolutional Networks for Fast, Energy-Efficient Neuromorphic Computing"
"Real-time Sensory Information Processing Using the TrueNorth Neurosynaptic System".
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