El
presidente de China y del partido comunista de su país, Xi Jinping, al
inaugurar el Foro Económico Mundial en Davos, en un apasionado discurso de
apoyo a la globalización, dijo:
“Debemos mantener nuestro compromiso con el desarrollo del libre mercado y de
las inversiones, promoviendo la liberalización y la facilitación del comercio
con la apertura y con el rechazo al proteccionismo” Paradójicamente durante su asunción, el nuevo
presidente de los Estados Unidos Donald Trump, en la cuna del neoliberalismo
globalizador, expreso: "La protección llevará a más prosperidad"
y advirtió que impulsará controles sobre
el comercio y la producción de las empresas del país. En un discurso de corte
fuertemente nacionalista agregó “compren estadounidense y contraten estadounidenses”. Ambos hechos constituyen una demostración
objetiva sobre el estado de la economía mundial: contradictorio, incierto,
enmarañado y a la deriva. Una economía en la cual lo económico predomina sobre
lo político y el mercado soluciona todos los problemas del sistema en
concurrencia con la competitividad y el libre intercambio, no puede dar
respuestas a las demandas de la sociedad actual. De los 7400 millones de
habitantes del planeta, 1000 millones no pueden comer si alguien no le
proporciona alimentos y otros 5500 millones están excluidos de una vida
digna. El intento histórico más reciente
de romper con la economía actual surgió de Nicholas Georgescu-Roegen, uno de
los pensadores más notables y profundos de la nueva economía; él lanzó dos torpedos
críticos a la economía vigente en sus libros Analytical Economics (1966) y The Entropy Law and Economic Process (1971)
en los cuales centra las problemáticas económicas actuales en el divorcio entre
las teorías económicas y el cumplimiento de las leyes de la naturaleza. Para
los economistas de pensamiento único todo es un ciclo de producción y consumo,
pero para la naturaleza esto no constituye un ciclo, es sólo un gasto
unidireccional de energía y recursos naturales no renovables en el tiempo que se
consumen. El auguró por lo tanto un gran fracaso en la economía mundial,
fracaso evidente ante la cantidad, en tiempos cada vez más cortos, de crisis
económicas, el empobrecimiento de la población y la confusión reinante. Propone orientar a la economía en función de
las leyes de la naturaleza, ciertas y objetivas. Señalo como única solución posible la aparición de ciencias-tecnologías para
generar en tiempo y forma los recursos naturales necesarios para llegar a un
nuevo tipo de equilibrio en la tierra…Paulatinamente, surgen esas
ciencias-tecnologías capaces de transformar la naturaleza, como la
biotecnología y la nanotecnología,
permitiendo producir en forma sustentable y dando soluciones a los
reclamos socioeconómicos de la actualidad. Ambas conducen a una nueva y única
posibilidad. Constituyen el fundamento de una nueva economía, denominada economía de
la tecnología o tecnológica, capaz de cambiar la
fatídica economía del planeta. Entre el comunismo liberal y el neoliberalismo
proteccionista, la economía de las nuevas tecnologías, basada en las leyes de
la naturaleza y con posibilidad real de generar en tiempo y forma los recursos necesarios para encausar
un mundo sin rumbo.
Lectura complementaria:
En el 2015: bioeconomía y nanoeconomía.
Lectura complementaria:
En el 2015: bioeconomía y nanoeconomía.
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