Ante la
proximidad de la apertura oficial del nuevo edificio MIT.nano, que
albergará algunas de las instalaciones más importantes del mundo para la
investigación en nanociencia y la nanotecnología, el Massachusetts Institute of Technology (MIT), lanzó
oficialmente un nuevo “centro de excelencia” llamado SENSE.nano,
que se dedicará a “empujar” las fronteras de la investigación en
nanotecnología. El MIT es “famoso por hacer”, cuenta con una comunidad de
fabricantes y una concentración de personas brillantes contentos de compartir
sus experiencias y sus ideas. En una escala mucho más grande, esta misma
magia se espera, en la creación de SENSE.nano. Como primera
actividad el “centro de excelencia” reunirá a una amplia gama de
investigadores, inventores y empresarios fascinados por la potencial aplicación
de sensores y sistemas de detección para transformar nuestro planeta. El
desarrollo generalizado de nuevos tipos y dispositivos de detección podría
solucionar muchos de los problemas más acuciantes de la actualidad. Dicha
tecnología puede resolver los problemas que han plagado a la humanidad desde
hace milenios, incluyendo la seguridad alimentaria y del agua, la salud, y la
degradación del medio ambiente.
Un equipo de docentes y estudiantes del MIT han estado desarrollando nanosensores de bajo costo para ser incorporados en el envasado de frutas y verduras. Los sensores podrían detectar la acumulación de gases conducentes a la maduración prematura o descomposición, como una manera de reducir la cantidad de comida desperdiciada durante el transporte y almacenamiento. Otro ha desarrollado fibras flexibles extensibles para su implantación en el cerebro y la médula espinal, lo que en última instancia podrían conducir a formas de restaurar el movimiento de las personas con lesiones de la médula espinal.
Existe la posibilidad concreta de acceder a los datos sobre cómo el mundo funciona realmente, y con esos datos, dar el siguiente paso de influir en el medio ambiente para mejorar nuestra salud, proteger el entorno natural, y controlar edificios, estructuras y dispositivos para asegurarse su correcto funcionamiento. La oportunidad es enorme. “El futuro se mide en nanómetros”, dice Vladimir Bulovic, profesor del MIT .
Un equipo de docentes y estudiantes del MIT han estado desarrollando nanosensores de bajo costo para ser incorporados en el envasado de frutas y verduras. Los sensores podrían detectar la acumulación de gases conducentes a la maduración prematura o descomposición, como una manera de reducir la cantidad de comida desperdiciada durante el transporte y almacenamiento. Otro ha desarrollado fibras flexibles extensibles para su implantación en el cerebro y la médula espinal, lo que en última instancia podrían conducir a formas de restaurar el movimiento de las personas con lesiones de la médula espinal.
Existe la posibilidad concreta de acceder a los datos sobre cómo el mundo funciona realmente, y con esos datos, dar el siguiente paso de influir en el medio ambiente para mejorar nuestra salud, proteger el entorno natural, y controlar edificios, estructuras y dispositivos para asegurarse su correcto funcionamiento. La oportunidad es enorme. “El futuro se mide en nanómetros”, dice Vladimir Bulovic, profesor del MIT .
MIT.nano |
Lectura complementaria:
MIT News.
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