sábado, 7 de noviembre de 2020

¿Comenzar a estudiar nanotecnología en el 2021?

La base curricular de la nanotecnología actual se inicia en el año 1974 cuando  el Prof. Dr. Norio Taniguchi, de la Universidad de Ciencias de Tokio, acuñó el término Nanotecnología en su presentación “On the Basic Concept of Nano-Technology” (Proc. Intl. Conf. Prod. Eng. Tokyo, Part II, Japan Society of Precision Engineering,1974, pp. 18-23). Desde 1974 hasta el año 2010, casi 36 años, fue avanzando  el desarrollo de la nanociencia incluyendo los miscroscopios necesarios (microscopio de efecto túnel-1981, microscopio de fuerza atómica-1986) para comprender y poder trabajar a nivel atómico- molecular. A partir del año 2010 comienza su crecimiento exponencial hacia aplicaciones concretas evidenciado con los montos de facturación global del sector. Ese crecimiento exponencial está llegando a su máximo entre el 2020 y el 2025. 

Hoy definimos a la nanotec- nología diciendo que implica comprender el mundo desde lo pequeño para innovar haciendo construcciones con átomos y moléculas con el propósito de dar respuestas a las crecientes necesidades socioeconómicas. De hecho es la única disciplina conocida con capacidad para transformar la naturaleza “átomo a átomo” y dar respuestas a las nueve necesidades primarias básicas: salud, alimentación, energía, cuidado del ambiente, vivienda, transporte, vestimenta, comunicación y defensa. Dentro de sus ramas ubicamos a los nanomateriales, la nanoelectrónica, la nanomedicina, la nanorrobótica, la nanotecnología ambiental, la nanofotónica, la nanoinformática y la nanoeconomía. El nanotecnólogo para innovar haciendo construcciones con átomos y moléculas necesita una formación no centrada en el saber enciclopédico o en materias acumuladas simplemente vinculadas con la temática; se debe formar un innovador. Esto implica el desarrollo de capacidades en ciencia, tecnología y gestión para desempeñarse en las cuatro etapas que caracterizan las innovaciones. La primera, indispensable en la profesión, es entender los procesos íntimos de la nanociencia para poder hacer investigación de punta descubriendo y descifrando fenómenos y mecanismos aún no conocidos, generando las bases de futuros usos prácticos de las investigaciones. La segunda consiste en ocuparnos de traducir el resultado de aquellas investigaciones en el desarrollo de productos o servicios que den respuestas a las demandas socioeconómicas. La tercera etapa, una vez generados esos productos y servicios, es implementar sistemas que permitan producirlos eficientemente, de forma reproducible, económicamente rentable, con la calidad y consistencia necesarias para que sean útiles a la gente. Finalmente la cuarta etapa y la más dificultosa: generar y gestionar empresas que puedan producir y comercializar esos productos o servicios.

La nanotecnología se ubica en el contexto de las NBIC (Nano, Bio, Info y Cognotecnologías). Las tres primeras constituyen el lanzador para la verdadera revolución esperada en el siglo XXI: la cognotecnología. En medio de un planeta agobiado por un crecimiento de la población sin precedentes (5000 millones de habitantes en sólo 70 años), con contaminación creciente, cambio climático, aumento de la temperatura, incendios forestales, pandemias, etc.; la nanotecnología con su nanoelectrónica que avanza hacia los cerebros artificiales (nanochips neurosinápticos, memristores) más los proyectos vinculados con el cerebro humano de Europa y de los Estados Unidos (más ambiciosos que el ya terminado del genoma humano) están creando las bases para que a partir del 2040-2050 podamos convertirnos del humano celular mortal al humano robotizado inmortal mediante el traspaso de nuestro software-mente. Tal vez la única forma que pueda subsistir alguna forma de vida en medio del inminente caos planetario. Este  humano robotizado inmortal no necesitará ADN, ni genes, ni bioquímica, ni medicina, ni alimentos, ni oxígeno; solo radiación solar, abundante  en el universo, para cargar su batería y/o paneles solares. Quienes hoy inician su carrera universitaria tienen probabilidad de llegar a vivir la gran revolución tecnológica del siglo XXI. 

Tal vez existan buenos motivos para comenzar a estudiar nanotecnología en el año 2021.   

Bibliografía: La Convergencia de las Tecnologías Exponenciales & la Singularidad Tecnológica. Alberto L. D'Andrea (Coordinador). Editorial Temas. 2017 Argentina.

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