En
el artículo: La economía de ayer, de hoy y de mañana, publicado en
Investigación y Ciencia (Scilog) el 27/11/21, se identificaban las dos grandes
convergencias tecnológicas conocidas, las TICs (Tecnologías de la Información y
Comunicación) situadas al final del siglo XX y las NBICs (Nano, Bio, Info y
Cognotecnologías) al comienzo del siglo XXI. Estas convergencias se producen
ante la necesidad de integrar conocimientos para que un pensamiento complejo
pueda dar respuestas a las necesidades crecientes de un planeta en situación
compleja. Las soluciones presentes y futuras a la problemática podrán, en
alguna medida, ser abordadas, casi con exclusividad, desde las NBIC. Resultaría
lógico entonces que las universidades tengan en su oferta de grado carreras de
Nanotecnología, de Biotecnología, de Infotecnología y traten de avanzar hacia
licenciaturas en Cognociencia y Cognotecnología.

En nuestro país, hay más de 90 universidades
con carreras de Informática, aproximadamente unas 20 con carreras de
Biotecnología, una carrera de Nanotecnología y nada en carreras de grado en
Cognociencia y Cognotecnología. También, existen carreras de Bioingeniería que
sorprendentemente no tienen entre sus asignaturas ni Nanotecnología ni
Biotecnología. Las
universidades con Informática y Biotecnología no se animan a incorporar
carreras de Nanotecnología, y quienes tienen Informática y Nanotecnología no se
atreven con carreras de Biotecnología. Resulta entonces una ceguera cultural en
donde no se observa la importancia de completar el desarrollo de la
capacitación en NBI como paso previo y fundamental para la gran revolución de
la segunda mitad del siglo: la Cognotecnología. En la ceguera cultural podemos
distinguir factores como la falta de cumplimiento de la misión de las
universidades en generar y liderar el conocimiento de avanzada, aunque hoy no
les sea lo más redituable. Los países en vía de desarrollo deben buscar vías
alternativas en el rumbo adecuado con rapidez, para dejar de ser el “furgón de
cola”. Resulta necesaria entonces una capacitación centrada en la integración
del conocimiento de avanzada y en el desarrollo de un pensamiento complejo, es
decir, orientada hacia las NBIC.
¿Por qué ninguna universidad se “atreve” con
las NBIC? Tal vez están cómodas y/o encandiladas con las TICs o no logramos aún
atesorar todo lo necesario de esa importante convergencia de fines del siglo XX
para encarar la etapa siguiente o tal vez la anomia, producto de nuestra
ceguera cultural, no permita ubicar en ciertos cargos a estadistas en vez de
burócratas o comerciantes. Sea lo que fuese algo está claro, ninguna
universidad del país se “atreve” con las NBIC para la capacitación necesaria en
el siglo XXI. Están detenidas en la formación del hombre para el siglo pasado.
Como dice Sigmund Freud en su libro El chiste y su relación con lo
inconsciente: “Ese hombre tendrá un gran porvenir detrás de él”.
Alberto L. D'Andrea
Lecturas complementarias: La economía de ayer, de hoy y de mañana. Universidad, convergencia tecnológica y realización humana.
Un comentario incisivo pero necesario. Así como el cambio tecnológico transcurre por fuera de la universidad como institución, sus sistemas decisorios las alejan relativamente de incluirse en esos procesos. Muchas gracias !
ResponderEliminarGracias Jorge por el comentario.
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