sábado, 18 de enero de 2014

Aceite de soja transgénica beneficia a los consumidores.

Uno de los primeros cultivos modificados genéticamente para beneficiar a los consumidores por sobre los  agricultores puede entrar a la brevedad en el mercado. El aceite de soja se vuelve rancio con relativa rapidez, limitando la vida útil de los alimentos  y requiriendo en los restaurantes el cambio del "aceite de freír" con frecuencia. Para hacer que dure más tiempo y también se solidifique para su uso en productos horneados, el aceite puede ser tratado con hidrógeno gaseoso, pero en ese proceso de hidrogenación parcial también se producen  grasas trans que obstruyen las arterias. Biotecnólogos innovadores de Monsanto y DuPont Pioneer han manipulado los genes de la soja alterando radicalmente la composición de su aceite para hacerlo más duradero, potencialmente más saludable y libre de grasas trans. Tanto la soja Vistive Oro de Monsanto como la soja Plenish de DuPont Pioneer están diseñadas para silenciar el gen responsable de la producción de una enzima que convierte el ácido graso oleico en ácido linoleico. El aceite resultante tiene niveles muy bajos de ácidos linoleico y linolénico poliinsaturados  responsables de la vida útil corta de aceite de soja. Por el contrario en el aceite obtenido de la soja modificada la concentración del ácido oleico es tres veces mayor a la concentración presente en una soja convencional. El nuevo producto prácticamente asimila su composición en ácidos grasos a la composición del aceite de oliva. La política propuesta recientemente por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos)  para eliminar las grasas trans en los alimentos podría favorecer los tiempos de aprobación y comercialización.  ¿Una soja transgénica modificada para producir un aceite destinado a proteger las arterias de los consumidores podrá mejorar la opinión de la sociedad sobre los productos transgénicos?

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