El
14 de diciembre del año 1900, Max Karl
Ernst Ludwig Planck, profesor de Física de la Universidad de Berlín presentó en la Sociedad
Alemana de Física la teoría del “quantum” diciendo: “El calor radiante no es un flujo continuo e infinitamente divisible. Hay
que definirlo como una masa discontinua formada por unidades semejantes entre sí”. Estas “masas” son lo que ahora
llamamos “quanta” de acción. Cuando estaba
dedicado al estudio de la radiación de los cuerpos negros observó los efectos
de un chorro de radiación que salía de un hueco o cavidad al calentarlo hasta
la incandescencia advirtiendo que la radiación, no fluía del agujero negro de
una manera continua, sino como un chisporroteo de diminutas partículas,
paquetes o quanta, semejante a las balas disparadas por un fusil
automático. Planck dio un paso más adelante y determinó las medidas de “quantum” encontrando una constante
universal que ahora lleva su nombre y cuyo valor es igual a 6,626.10-34 J.s.
En 1919 le
otorgaron el premio Nobel de Física (1918). Para la ocasión escribió un discurso de 7000
palabras en el cual señala “el quantum
tendría que desempeñar en la física un papel fundamental, y anunciar el
advenimiento de una nueva era, acaso destinado a transformar por completo nuestros
conceptos físicos,…, que han permanecido basados en el supuesto de la
continuidad de todas las cadenas causales de acontecimientos”.
El
distinguido científico holandés Hendrik Antoon Lorentz escribía en 1925 “La constante de Planck no sólo suministra
los fundamentos para explicar la intensidad de la radiación y la longitud de
onda, sino también para explicar las relaciones cuantitativas en las órbitas de
los electrones en el átomo, los efectos fotoquímicos de la luz, las longitudes
de onda del espectro atómico, etc.”
La mecánica
cuántica posibilitó el gran despegue científico-tenológico en el siglo XX. Hoy tenemos una cantidad importante de aplicaciones prácticas en las comunicaciones,
los láseres, la fibra óptica, la resonancia magnética nuclear, los GPS y la física del estado sólido. Toda la
informática y todos los chips están basados en principios cuánticos. Con las innovaciones logradas, ahora el siglo
XXI avanza hacia lo que se denomina
"la segunda revolución cuántica" con temas tales como Internet
a la velocidad de la luz, inteligencia artificial, el humano robotizado
inmortal y la tele-transportación, entre otros.
La palabra
“quantum” tiene su origen en un adverbio latino utilizado para preguntar
¿cuánto? y también para responder a ella en ciertos casos. A partir de 14 de
diciembre de 1990 se interpreta como “cuanta
energía está contenida en las unidades semejantes entre sí”. Unidades que hacen
discontinua a la energía y la cuantifican. Unidades de extraordinaria
importancia en el pequeño mundo de la Nanotecnología.
Siempre muy interesante. Gracias por compartirlo y motivar al conocimiento,dando ejemplo de trabajo y superacion. Cariños.
ResponderEliminarGracias por el generoso comentario.
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