sábado, 7 de marzo de 2020

Sinapsis de nanorods-PLH nos acercan al cerebro real.

El cerebro humano, alimentado solo con el aporte calórico de una dieta modesta, supera fácilmente a las supercomputadoras de última generación alimentadas por entradas de energía. La diferencia radica en los múltiples estados de los procesos cerebrales frente a los dos estados binarios de los procesadores digitales, así como en la capacidad de almacenar información sin consumo de energía: memoria no volátil. Estas ineficiencias en las computadoras convencionales de hoy en día han despertado un gran interés en desarrollar sinapsis sintéticas para usar en computadoras que puedan imitar la forma en que funciona el cerebro. En el artículo Optoelectronic Synapses Based on Hot-Electron-Induced Chemical Processes, publicado el 3 de febrero del año 2020 en ACS Nano Letters, investigadores del King's College de Londres presentan una serie de dispositivos de nanorods (nanohilos o nanoalambres)  que imitan mejor al cerebro para ser aplicados en redes neuronales artificiales.
Crédito: Anatoly V. Zayats y col. ACS Nano Letters.
Ellos construyen una serie de nanorods de oro rematados con una unión de polímero PLH (poli-L-histidina). La luz o un voltaje eléctrico pueden excitar los plasmones (oscila- ciones colectivas de elec- trones) liberando electrones calientes en el PLH capaces de cambiar gradualmente la química del polímero y, por lo tanto, posibilitando diferentes niveles de conductividad o emisividad de la luz. La forma en que cambia el polímero depende de si el oxígeno o el hidrógeno lo rodean. Un entorno químico de nitrógeno químicamente inerte preservará el estado sin que se requiera ningún aporte de energía para que actúe como memoria no volátil. La unión puede configurarse y leerse de forma óptica,  eléctrica o establecerse de una manera y leer la otra permitiendo una gran versatilidad. Una ventaja importante del control óptico es que puede cambiar y leer el dispositivo de forma inalámbrica. La densidad de las matrices sinápticas de nanorods se acerca de manera impresionante a la densidad sináptica del cerebro, quedando solo mejorar en un factor de aproximadamente de mil. Un nuevo avance posibilitado por las tecnologías convergentes, NBIC (Nano-Bio-Info y Cogno), las tecnologías del siglo XXI.

Información complementaria:
Optoelectronic Synapses Based on Hot-Electron-Induced Chemical Processes

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