sábado, 9 de enero de 2021

Las caras del saber

El saber se presenta como una actitud peculiar del hombre frente a las cosas. Dice el Ingeniero José Babini en su libro ¿Qué es la ciencia? “La primera observación que sugiere es su ambigüedad gramatical: la palabra saber es verbo y sustantivo, esa palabra alude, a la vez, a una acción y a un acto, a un proceso y a un producto; en una palabra, a algo que se hace y a algo hecho”. Resulta claro que la ambigüedad es aparente, refleja una doble faz del saber. En una el individuo que sabe (sujeto) y por otro lado, a la cosa sabida (objeto). Un complemento entre el dinamismo e impacto de todo proceso individual y, por el otro lado, la cosa sabida del objeto que se muestra como algo fijo y estable. Ambos aspectos constituyen el anverso y reverso de la misma moneda.


El saber debe considerarse también algo más que el sujeto que sabe y el objeto sabido: una relación indisoluble vinculante que permite al que sabe apropiarse de lo sabido. La fusión del sujeto con el objeto expresa cabalmente el fenómeno del saber. Si por razones didácticas solo abarcamos alguno de los aspectos involucrados caemos en la deformación del fenómeno total. Es muy común en la educación considerar al saber como objeto fijo, estable o “verdad revelada”, es decir, algo enciclopédico y acumulativo resumido en la frase “cómo sabe”. A este enfoque reconocido generalmente como ‘saber” le falta la otra cara de la moneda vinculada al individuo, el “saber hacer” que involucra la apropiación del conocimiento por el individuo para dinamizarlo y aplicarlo en respuestas a las necesidades de cada época. La concepción del conocimiento como una manera de ser de las cosas, implica la inexistencia de conocimiento verdadero y un fracaso educativo evidenciado a largo plazo. La problemática compleja de la hora actual implica la necesidad de formar innovadores con capacidades centradas en el saber hacer a partir del saber como objeto. La mayoría de las universidades de los países poco desarrollados o en vía de desarrollo se centran en los conocimientos específicos de una disciplina sin incorporar otras capacidades necesarias muchas veces vinculadas con la gestión en general. Una moneda tiene dos caras unidas por el canto, resulta poco comprensible pensar que pueda tener solo una e ilógico que las dos sean iguales.

Bibliografía.
Qué es la ciencia. José Babini. Editorial Columba .Argentina. 

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