domingo, 29 de mayo de 2022

La numerología pitagórica, los quarks y el nanocosmos.

La numerología es en parte el fruto del trabajo de Pitágoras, quién desarrolló un sistema basado en la teoría de que el mundo y el universo se rigen por las leyes de las matemáticas. Pitágoras ha hecho la compilación científica de los números y su influencia en la vida humana, así como el desarrollo de técnicas para la formulación de un mapa de la numerología.
Vinculó las expresiones humanas a los números y estableció los mecanismos para tratar de entender estas influencias. Su tabla alfanumérica permite pasar una palabra a números. Una vez reducidos los números a un solo dígito, se puede obtener información diversa.
Tabla alfanumérica de la numerología pitagórica.

En la numerología pitagórica el punto de partida es el estudio de la secuencia numérica del uno al nueve, como forma de ver en cada cifra una vibración particular, un arquetipo, o una fuerza cósmica relacionada con cierta influencia en el mundo y en la experiencia de vida. Pero existen números no reducibles a un dígito. Dichos números tienen un carácter especial, son el 11, 22 y 33. Se los conoce como números maestros.
El 11 tal vez sea el número pitagórico más interesante. La teoría general pitagórica sobre la aparición del universo sugiere el nacimiento desde la nada, del vacío. A este vacío del universo le corresponde el cero (la mónada, unidad universal, incuantificable), a partir del cual eclosiona la primera chispa de luz originaria de la vida es donde nace el uno (1) representado por el Sol, la estrella central de nuestro sistema planetario que hace posible la vida en el planeta gracias a su poderosa energía, esa primera chispa se conoce desde la antigüedad como la mónada materializada. Ahora, el todo se vuelve cuantificable: tenemos al uno. La mónada materializada, es la energía que toma forma se convierte en un uno que también vibra, resuena armónicamente y se propaga. El uno, proyectado, multiplicado, termina convirtiéndose en una manifestación de sí mismo. Nace así el número 11.
Entonces, ¿qué es eso que llamamos el número 11? Es la unidad de unidades reflejada a sí misma, su manifestación: la unión de los dos unos. Esto tiene un efecto poderoso y por esta cualidad resonante lo podemos ver a nuestro alrededor relacionado con todo lo destacado y/o representativo así como en todo lo que se multiplica y se propaga hasta alcanzar una cualidad imponente. El 11 cómo número maestro está asociado a grandes personalidades y también a impactantes hechos. Veamos cuatro ejemplos:

• El atentado en Nueva York de las torres gemelas. Una al lado de la otra se podían visualizar de lejos como el número 11. El atentado fue un día 11. La fecha 11/09 sumada 1+1+9 también da 11. New York es el estado número 11 de la unión. Las torres tenían 110 pisos (1+1+0=11). El primero de los vuelos estrellados era el número 11. El vuelo número 11 llevaba 92 personas (9+2=11). El vuelo 77 (múltiplo de 11) llevaba 65 personas (6+5=11). El 11 de septiembre es el día 254 del año (2+5+4=11). También 254 fue el total de las víctimas que fallecieron en los vuelos (2+5+4=11). El Pentágono o The Pentagon tiene 11 letras (tanto en español como en inglés), etc.

• El neutrón, un representante importante de la mónada materializada, tiene un papel central en de energía vital para el planeta a través de los procesos de fusión y fisión nuclear, ya sean originadas en forma natural o producto de la tecnología nuclear. Según la teoría de los quarks un neutrón responde a la conformación de quarks udd (up arriba, down abajo y down abajo). Según la tabla alfanumérica de la numerología pitagórica también da un número maestro.
• La Nanotecnología implica comprender el mundo desde lo pequeño para innovar haciendo construcciones con átomo y moléculas con el propósito de dar respuestas a las crecientes necesidades socioeconómicas. El material “más nano” conocido es aquel que tiene sus tres dimensiones en la nacoescala (entre 1 y 100 nanómetros), son los denominados nanopartículas (NPs). Algunas de las nanopartículas más utilizadas son las de oro, plata, platino, cobre sílice, óxido de titanio, óxidos de hierro, liposomas, nanopartículas lipídicas sólidas, proteicas, de ADN, poliméricas, etc. Apliquemos ahora la tabla alfanumérica pitagórica a la palabra nanopartículas: 

N

A

N

O

P

A

R

T

I

C

U

L

A

S

5

1

5

6

7

1

9

2

9

3

3

3

1

1


Total = 5+1+5+6+7+1+9+2+9+3+3+3+1+1= 56
Número pitagórico: 5+6 =11 ¡número maestro!

Quizás no sea una casualidad encontrar en las nanopartículas las respuestas socioeconómicas requeridas en las áreas vitales correspondientes a las nueve necesidades humanas primarias: salud, energía, alimentos, trasporte, vivienda, vestimenta, cuidado del ambiente, comunicación y defensa.

• ¿En el universo existen 11 dimensiones? Las Teoría de Cuerdas se basa en una serie de hipótesis científicas y modelos fundamentales de la física teórica, asume que las partículas subatómicas, aparentemente puntuales, son en realidad “estados vibracionales” de un objeto extendido más básico denominado “cuerda” o ”filamento”. En concordancia con la citada Teoría, un electrón no sería un "punto" sino una cuerda minúscula en forma de lazo vibrando en un espacio-tiempo de más de cuatro dimensiones, de hecho, el planteamiento matemático de esta Teoría no funciona a menos que el universo tenga 11 dimensiones. La Teoría del Todo ( Teoría M aplicada a la Teoría de  Cuerdas) constituye una de la más firmes candidatas para explicar la naturaleza elemental del universo a partir de la suposición de que en el cosmos existen 11 dimensiones.
 
Pitágoras estudió aspectos familiares a los matemáticos de hoy tales como la existencia de los números racionales, los números triangulares, números perfectos, números pares e impares, etc. Sin embargo para Pitágoras los números además tenían personalidades, teoría que difícilmente hoy sería reconocida-aceptada dentro de las ciencias matemáticas. Tal vez porque su filosofía de la materialización basada en el número maestro 11 sea a una visión integrada del universo desde dos extremos: el 1 del macrocosmos, cuya proyección termina convirtiéndose en una manifestación diminuta de sí mismo, el 1 del nanocosmos (modelo atómico planetario, nanopartículas, quarks, ...).

Información complementaria:

Superfuerza (Capítulo 10 ¿Vivimos en once dimensiones?) Paul Davies. Salvat Editores. Barcelona. España. 1985.

No hay comentarios:

Publicar un comentario