La
bioeconomía y la nanoeconomía ¿tienen algo en común?
Recordemos sus fundamentos. La bioeconomía es la
respuesta de la biotecnología a las problemáticas detectadas por la economía
física tales como: el aumento de la población mundial de 2500 a 7000 mil millones de
habitantes entre el año 1950 y el 2013, aproximación a la “carga máxima de la
tierra” (10.000 millones de habitantes), fuerte incremento en la demanda de
energía y alimentos, aumento de la contaminación en general producto de la
mayor cantidad de habitantes y de la actividad del hombre, peligrosa
acumulación de gases que conducen al calentamiento global; agotamiento de la
energía fósil-extractiva, antes abundante-barata y declive constante de la
diversidad biológica ante la apropiación de más espacios físicos por el hombre.
En tal sentido, hoy podemos definir a la
bioeconomía real como una economía basada en la biotecnología capaz de generar
en tiempo y forma los recursos naturales renovables, con su acervo de 65
millones de genes y la ingeniería genética, para dar respuestas a necesidades
socioeconómicas tales como la demanda de energía, alimentos, disminución de los
gastos en salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e
ingresos en forma sustentable.
La nanoeconomía surge para llenar en vacío luego de la sucesión macroeconomía – microeconomía. El faltante es una nanoeconomía, una economía centrada en el individuo y en su acontecer económico. Una economía construida a partir de las necesidades y el quehacer diario de los 7000 millones de personas habitantes el mundo en vez del resultado del accionar de regiones, países, empresas globalizadas o intereses sectoriales. Decíamos en el artículo Nanoeconomía & Nanotecnologia (Biotecnología & Nanotecnologia al Instante, 20 de diciembre del 2014): “La nanotecnología y la nanoeconomía (y agregamos ahora a la biotecnología y a la bioeconomía) convergen en construir desde la esencia de la vida misma con la convicción que desde lo pequeño se puede avanzar para comprender el todo, pero desde el todo tal vez sea dificultoso o casi imposible comprender y penetrar en el mundo de lo pequeño. Tal como lo hace la bioeconomia, capaz de subordinar la economía macro y micro a las leyes de la naturaleza; la nanoeconomía subordina la construcción del mundo económico a las necesidades de cada uno de individuos de planeta. Una construcción difícil, más aún cuando nunca se intentó “visualizar a todos” desde la economía de pensamiento único, pero posible y no más dificultosa que las construcciones nanotecnológicas hoy factibles y en continuo desarrollo”.
La nanoeconomía surge para llenar en vacío luego de la sucesión macroeconomía – microeconomía. El faltante es una nanoeconomía, una economía centrada en el individuo y en su acontecer económico. Una economía construida a partir de las necesidades y el quehacer diario de los 7000 millones de personas habitantes el mundo en vez del resultado del accionar de regiones, países, empresas globalizadas o intereses sectoriales. Decíamos en el artículo Nanoeconomía & Nanotecnologia (Biotecnología & Nanotecnologia al Instante, 20 de diciembre del 2014): “La nanotecnología y la nanoeconomía (y agregamos ahora a la biotecnología y a la bioeconomía) convergen en construir desde la esencia de la vida misma con la convicción que desde lo pequeño se puede avanzar para comprender el todo, pero desde el todo tal vez sea dificultoso o casi imposible comprender y penetrar en el mundo de lo pequeño. Tal como lo hace la bioeconomia, capaz de subordinar la economía macro y micro a las leyes de la naturaleza; la nanoeconomía subordina la construcción del mundo económico a las necesidades de cada uno de individuos de planeta. Una construcción difícil, más aún cuando nunca se intentó “visualizar a todos” desde la economía de pensamiento único, pero posible y no más dificultosa que las construcciones nanotecnológicas hoy factibles y en continuo desarrollo”.
Pensemos un 2015 en el cual
el avance tecnológico en lo productivo genera el contexto necesario para
encontrar el rumbo alternativo que el mundo reclama.
Un 2015 para comenzar a mirar desde lo pequeño.
Un 2015 para comenzar a mirar desde lo pequeño.
Veo factible la idea de la bioeconomía pues lo vemos en algunos productos en donde está en juego su aplicación. La idea de la nanoeconomía la veo como algo utópico. Si miramos el noticiero podemos ver como algunos afortunados de este país, gastan en Punta del Este lo que a un trabajador promedio le cuesta ganar en un mes o más de trabajo. No todos somos iguales en la manera de pensar, vestir, actuar, emociones y ambiciones. Quizas, en un futuro muy lejano la idea de nanoeconmía sea complementada con la ayuda de la clonación humana, aun así, me cuesta creer en un futuro en donde se pueda frenar la ambición porque detrás de la clonación, va a haber una organización de hombres.
ResponderEliminarLas utopías de hoy pueden ser las realidades de mañana. Ante situaciones mundiales límites habrá que reorganizar el mundo de otra forma para hacer posible la vida en la tierra. Por lo pronto es bueno que cada vez más gente conozco la nanoeconomía.
ResponderEliminar