Los investigadores
de la Universidad de Massachusetts Amherst, dirigidos por el microbiólogo Dr.
Derek Lovley, modificaron genéticamente una bacteria común del suelo para crear nanocables eléctricos capaces de conducir la electricidad. Un m aterial para ser utilizado en nanoelectrónica constituido por proteínas naturales y producido utilizando recursos
energéticos "verdes" renovables . Geobacter es una bacteria productora de nanocables microbianos
(filamentos proteicos similares a pelos que sobresalen del organismo) con los
cuales realiza conexiones eléctricas con los óxidos de hierro del suelo. Generalmente
produce suficiente electricidad para su propia supervivencia, no obstante la
corriente eléctrica es demasiado débil para uso en humanos, aunque es suficiente
para ser medida con electrodos. El equipo del Dr. Derek Lovley varió la
composición genética de la bacteria para incorporar en sus proteínas más
aminoácido triptófano muy bueno para el transporte de electrones a nanoescala. Los resultados superaron las expectativas del equipo; los
nanocables “genéricos” con mayor cantidad de triptófano y un diámetro de 1,5 nanómetros conducen 2000
veces más la corriente eléctrica y son mucho más duraderos y pequeños que los
naturales. Estos nanocables presentan numerosas aplicaciones potenciales en
dispositivos electrónicos e informáticos. Por ejemplo, pueden ser instalados en
los sensores médicos donde su sensibilidad a los cambios de pH permite controlar aspectos cardíacos o renales, pueden “alimentar eléctricamente” a microorganismos especialmente diseñados para
crear butanol u otros combustibles alternativos y formar parte de nanochips para monitorear contaminantes, productos químicos tóxicos y
explosivos. Nanobiocables de alta conductividad, un ejemplo de desarrollo realizado a
partir del conocimiento y las necesidades de las nuevas tecnologías (NBIC).
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