Quiero contar a las nuevas generaciones una historia
centrada en uno de los momentos más inquietantes de mi vida. Ocurrió el 24 de junio del 2025 en la Bolsa de Cereales
de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires:Presidente de la Bolsa de Cereales.
-Señores, los he
reunido para presentarles al primer robot agrónomo. Tiene en vez del cerebro
humano constituido por 89.000 millones de neuronas, uno similar formado por
nanochips neurosinápticos interconectados (TrueNorth de IBM). Cada nanochip
equivale a 1 millón de neuronas y 256 millones de sinapsis programables a
través de 4.096 núcleos neurosinápticos individuales. Estos nanochips se pudieron
hacer gracias al proceso Samsung con sus
28nm (nanómetros) entre transistores lográndose la cifra record de 5.400 millones de
transistores en cada uno. El nanochip neurosináptico integra a la capacidad de procesamiento
matemático de las computadoras clásicas, equivalente al lado izquierdo del
cerebro, con la capacidad de imitar el lado derecho, dónde impacta la
información percibida por los sentidos, pudiendo procesar imágenes y la
información recibida por una cantidad casi ilimitada nanosensores para
responder y resolver complejas situaciones. El sistema logra hacer esto usando
esa inmensa red de “neuronas” y “sinapsis”, similares a las que el cerebro
humano utiliza para procesar la información recopilada de los sentidos,
codificándola como patrones de pulsos circulantes en su interior, en vez de
realizar cálculos matemáticos. El robot recibe información al instante de una
red “nanosatétiles” de bajo costo (Ej.: el nasnosatélite argentino “fresco y
batata” de la
empresa Satellogic ) sobre valiosos parámetros ambientales; de
nanosensores distribuidos en el campo que le brindan información de las
características y condiciones del suelo, humedad, nutrientes básicos,
sustancias orgánicas, microbioma, condiciones de stress, grado de crecimiento y
estado de los cultivos, etc. El puede manejar a voluntad una cuadrilla de
drones capaces de fotografiar la superficie de los cultivos detectando e
identificando plagas. También tiene capacidad para manejar una cuadrilla de
robots “no pensantes” con posibilidad de llevar a zonas puntales nanopartículas
para mejorar el crecimiento, evitar el stress, fijar nitrógeno, mejorar el
consumo de fósforo; nanoesferas y nanocápsulas conteniendo fertilizantes,
pesticidas y herbicidas necesarios en una zona definida en la cantidad adecuada
y/o material genético para silenciar o editar genes. Puede trabajar las 24
horas utilizando paneles solares realizados con nanocristales capaces de
alimentarse de día con la luz visible y de noche con la radiación infrarroja
que fluye de la tierra y se refleja en las nubes. También cuenta con
nanobaterías para casos de emergencia.
Puede manejar a distancia maquinaria agrícola no tripulada e interpretar
y hacer ejecutar una compleja e integrada secuencia de tareas: la preparación
del suelo, la siembra, la cosecha y el mantenimiento óptimo en los silos. Puede
sugerir, en virtud de la información recibida y de su mega archivo, el cultivo,
la semilla y el momento más adecuado de siembra; considerando no sólo variables
técnicas, también el precio del mercado presente y proyectado y, las ganancias
presuntas. Realiza minuciosos informes
en lapsos programados para enviarlos puntualmente a teléfonos celulares preseleccionados. El
robot ya fue validado por las empresas
de seguro y hemos logrado una importante disminución en la prima al minimizar
riesgos. Se lo que se están preguntando
todos ¿Cuál es su costo? Si bien requiere una inversión inicial importante, el
ahorro en salarios, optimización de los recursos utilizados, el rendimiento
logrado y la calidad del producto permite amortizar la inversión en menos de un
año. Se lo puede adquirir con el complemento de una serie de nanosensores
“ambientales” capaces de detectar la concentración residuos tóxicos en el
suelo, en el agua y en el aire y disparar acciones tendientes a minimizar las
contaminaciones o de remediación. Seguramente me estoy olvidando de muchas de
las tareas que el es capaz de hacer; sobre la mesa tienen carpetas muy completas en lo concerniente a las
cualidades del primer robot agrónomo…
A ustedes, jóvenes de las nuevas generaciones, todo
esto les resulta hoy cotidiano y normal, pero traten de ubicarse en nuestra
situación; tal vez lo más grave no fue ser desplazados por un robot, lo más
preocupante era nuestra falta de conocimiento, muestra ignorancia
nanotecnológica, tan lejana de la formación universitaria recibida. El
desconocimiento tal vez nos llevo a subestimar su mcrecimiento exponencial y
sus logros. Tengo que reconocer los maravillosos resultados obtenidos durante
estos años gracias a los cuales todavía podemos percibir una interesante renta
vitalicia. Mi mensaje final para ustedes y motivo central de esta pequeña
historia: traten de mantenerse siempre en la vanguardia del conocimiento de
vuestra generación. Que un nuevo avance, no los sorprenda.
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