Las infecciones bacterianas resistentes constituyen uno de los principales problemas de salud que enfrenta la humanidad en la actualidad. Un número creciente de cepas bacterianas evade el tratamiento con antibióticos escondiéndose dentro de las células. Los agentes antimicrobianos convencionales no pueden penetrar y ser retenidos en las células de los mamíferos infectados. Investigadores de ETH Zurich y Empa (Suiza) en el artículo Inorganic nanohybrids combat antibiotic-resistant bacteria hiding within human macrophages publicado en la revista Nanoscale (2021) explican el desarrollo de nuevas nanopartículas capaces de detectar y matar bacterias multirresistentes que se esconden en las células del cuerpo. Estas utilizan un modo de acción completamente diferente al de los antibióticos convencionales debido a que pueden atravesar la membrana de las células afectadas para combatir las bacterias.
Utilizaron nanopartículas de óxido de cerio, un material con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias y lo combinaron con un material cerámico bioactivo conocido como biovidrio obteniendo a partir de los dos materiales nanopartículas hibridas. En cultivo celular y utilizando microscopía electrónica, investigaron las interacciones entre las partículas híbridas, las células humanas y las bacterias. Cuando los científicos trataron las células infectadas por las bacterias con las nanopartículas, las bacterias dentro de las células comenzaron a morir. Sin embargo, cuando los investigadores bloquearon específicamente la absorción de las partículas híbridas en las células, el efecto antibacteriano desapareció demostrando que los nanohíbridos intrínsecamente antibacterianos reducen significativamente la supervivencia bacteriana dentro de los macrófagos sin dañar a estos últimos. Los investigadores creen que es poco probable que se desarrolle resistencia contra un mecanismo de este tipo. Su objetivo actual es transformar la investigación en el desarrollo un agente antibacteriano simple, robusto y eficaz para actuar dentro de las células infectadas.
Crédito: Inge K. Herrmann y col. Nanoscale (2021) |
Lectura complementaria:
increible
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