El filósofo Edgar Morín nos describe un mundo complejo el cual requiere de individuos capaces de desarrollar pensamiento complejo para interactuar en él. La necesidad de integrar el conocimiento constituye la base para la comprensión en la complejidad. Las universidades del siglo XXI hacen exactamente lo opuesto, se ufanan de tener cada vez más carreras, 40, 50,…atomizando el conocimiento, alejando a sus estudiantes de la formación necesaria para el desarrollo del pensamiento complejo. Las empresas como si tuvieran un “pegamento mágico” organizan equipos multidisciplinarios para poder avanzar en un esfuerzo por integrar lo que la universidad atomiza. Los equipos pueden mejorar la performance empresarial pero sus integrantes no están capacitados para mejorar la suya ante la incertidumbre de lo complicado, no están capacitados para su realización personal en un contexto laberíntico.
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Converging Technologies for Improving Human Performance |
La respuesta integradora se inicia con la llegada de dos grandes procesos de convergencia tecnológica secuenciales en el tiempo: las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) y las NBIC (nano, bio, info y cognotecnologías). Las TIC conforman uno de los principales ejemplos de convergencia del siglo XX, han suscitado profundos cambios sociales, dando origen a la sociedad informática (informacional) al compatibilizar e integrar tecnologías de la información y comunicación muy relevantes, como el cine, la fotografía, la radio, la televisión, la informática y las telecomunicaciones generando ni más ni menos que un nuevo modelo de sociedad. No obstante la comunicación es solo una de las nueve necesidades humanas primarias y para entender, en un planeta sin rumbo en lo económico y ambiental, las respuestas necesarias en las ocho restantes: salud, energía, alimentos, ambiente, vestimenta, transporte, vivienda y defensa aparece una nueva convergencia del conocimiento, las NBIC y el gradual paso de la sociedad informática a la sociedad multidireccional. Como dice el profesor y filósofo de la ciencia Javier Echeverría el sistema NBIC es nanocósmico, y por tanto imperceptible a simple vista, no está al alcance de cualquier individuo, por ser una escala del mundo que, aun siendo real, no ha sido accesible a la percepción humana hasta hace pocos años, y ello gracias a la invención de microscopios que permitieron comprender todo desde una nueva óptica. El primer programa NBIC “Converging Technologies for Improving Human Performance” (National Science Foundation Department of Commerce. EEUU, Diciembre 2001) explica que su fin último no sólo es el conocimiento: “las tecnologías convergentes podrían producir enormes mejoras en las habilidades humanas, beneficios sociales y mejora en la calidad de vida”. Lejos están nuestras atomizadoras universidades de las NBIC. En el país existen más de 90 universidades con carreras vinculadas a la infotecnología, más de 25 con carreras de biotecnología, una con nanotecnología (2017) y ninguna con cognociencia o cognotecnología. Todas todavía en la primera convergencia tecnológica iniciada en el siglo XX y sin los espacios curriculares para avanzar armónicamente a la convergencia tecnológica del siglo XXI, las NBIC. Un lamentable límite a nuestra realización humana.
Lectura complementaria:
Asertivo comentario. Carlos matus, el planificador latinoamericano m,ás reptuado decía: las universidades tiene departamentos, no la realidad. Las brechas que él señalaba en los 70 prometen amplairse de no mediar serias innovaciones. Muchas gracias por la invitación a pensar...
ResponderEliminarMuy interesante lo planteado. Sin duda las 56 universidades y otro tanto similar de universidades privadas en el país deben ajustar el pensamiento complejo ante un mundo que nos invita cada vez más a la incertidumbre, caos y desorden tal como lo señalaba Edgar Morin. Parte del desafío que tenemos en la universidad es interpretar la realidad y no aceptar atomización del espacio académico a fin de ir hacia donde marca el futuro de la innovación.
ResponderEliminarEncuentro lucidez en su planteamiento. Hay una avalancha disruptiva de carácter educativa tan contundente que suele complicar la convergencia tecnológica con la nanotecnologia o en otros casos con la Biotecnología.
ResponderEliminarOpino que todos tienen oportunidad de innovar en sus campos, sin embargo como están las cosas, los programas deben reorientar al educador y al alumno a trabajar con base a la conexión de conocimiento y colaboración. De otra forma todos se vuelven reyes y el líder no existe.
Gracias por tu gran aporte