Este año se cumplen los 100 años del modelo atómico del danés Niels Bohr. Cuando le dieron el título de sir “por haber resuelto algunas padarojas de la física clásica mediante la mecánica cuántica aún más paradójica” el científico adoptó el círculo del yin y yang para su escudo de armas junto con el lema “Contraria sunt complementa” (los opuestos son complementarios) en alusión a la mecánica clásica y la mecánica cuántica.
El yin y yang constituye dos conceptos del taoísmo relacionados con la dualidad de todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias que se encuentran en todas las cosas. Fuerzas tales como existencia y no existencia, nacimiento y muerte, cielo y tierra, orden y caos, luz y oscuridad, bien y mal, justicia e injusticia, guerra y paz, alegría y tristeza, creatividad y receptividad, viviente y no viviente,….
En un mundo con grandes problemas en áreas relacionadas con la salud, los alimentos, la energía y el medio ambiente, debido al desproporcionado aumento de la población mundial, se vislumbran sólo dos tipos de soluciones: las biotecnológicas y las nanotecnológicas. Una relacionada con la utilización de seres vivos y/o partes de seres vivos y la otra con la utilización de recursos no vivientes.
A modo de ejemplo consideremos la problemática de la sequía en la agricultura. La biotecnología dispone de genes y de la ingeniería genética para hacer plantas genéticamente resistentes a la sequía, en cambio la nanotecnologia puede incorporar al suelo millones de nanopartículas (Ej.: de fullerol) para disminuir la presión de vapor y retener más agua en el suelo con la finalidad de paliar el problema.
Utilizar seres vivientes o no, para resolver problemáticas vinculadas a necesidades humanas primarias, constituye un caso en el cual podemos interpretar la complementariedad del ying y el yang. No obstante estamos en condiciones científico-tecnológicas de exceder dicha complementalidad mediante una íntima integración de ambas disciplinas en la nanobiotecnología.
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