El diseño de electrodos más pequeños y
flexibles para recoger las señales del cerebro constituye un reto. Cuanto más
pequeño es el tamaño del electrodo, más difícil es detectar una señal. Sin
embargo, un equipo del DGIST (Daegu Gyeongbuk Institute of Science
and Technology) de Corea desarrolló nuevas sondas, pequeñas, flexibles y
capaces de leer las señales del cerebro con claridad. La sonda consta de un
electrodo para registrar la señal de cerebro. La señal viaja a través de una
línea de interconexión a un conector que la transfiere a los aparatos para su
medición y análisis. El electrodo se inicia con una base delgada de oro unida a
diminutos nanocables de óxido de zinc recubiertos de una fina capa de oro y
finalmente con un polímero conductor. Estos materiales combinados aumentan el
área de superficie efectiva de la sonda y la fuerza del electrodo, manteniendo su
flexibilidad y compatibilidad con los tejidos blandos. La línea de
interconexión está hecha de una mezcla de grafeno y el oro. El grafeno es
flexible y el oro es un excelente conductor. Los investigadores probaron la
sonda y demostraron su capacidad para leer las señales del cerebro con mucha nitidez.
Las sondas con los pequeños electrodos flexibles pueden ser útiles para
controlar y registrar las funciones del sistema nervioso o para enviar señales
eléctricas al cerebro. Los electrodos ubicados para registrar la
actividad neuronal del cerebro pueden ayudar a tratar enfermedades como el
Parkinson y la epilepsia. También permiten mejorar las interfaces
cerebro-máquina optimizando el control de las prótesis. Los electrodos neurales de oro y grafeno, flexibles,
reducen al mínimo el daño tisular y permiten transmitir con claridad las señales
del cerebro.
Lectura Complementaria:
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