Un informe de Naciones Unidas permite inferir que la población mundial alcanzaría los 8.000 millones de personas el 15 de noviembre del 2022. En el año 1 de nuestra Era cristiana la población era de sólo 250 millones. Debieron Trascurrir 1.649 años para su duplicación hasta los 500 millones de habitantes. Una nueva duplicación tardó 150 años, recién se arribó a los 1.000 millones en el año 1800. La tercera ha demorado 100 años, en 1900 el planeta llegó a los 2.000 millones. Para una cuarta duplicación no hubo que esperar tanto, en 1970 la población ya era de 4.000 millones. Finalmente la quinta ha necesitado solo 52 años, habremos alcanzado los 8.000 millones de habitantes a fines del 2022.
Científicos como
el destacado Edward O. Wilson de la Universidad de Harvard, estiman mediante cálculos
basados en la disponibilidad de los recursos disponibles, una capacidad máxima de 9.000-10.000 millones de habitantes
en la Tierra. La GFN (Global Footprint Network) y la NEF (New
Economics Fundation) anualmente hacen el cálculo de la velocidad con que
los humanos consumen los recursos generados en el planeta.
El "día del
agotamiento" (Global Overshoot Day) es la fecha en que se consumen
totalmente los recursos naturales
producidos en la tierra durante el año agotando el presupuesto establecido. El resto del año se vive a crédito de las futuras generaciones
sobreexplotando los recursos naturales,
acumulando exceso de carbono en la atmósfera y con la imposibilidad de
procesar toda la basura generada. El "día del agotamiento" en el año 1970 cuando la población era de 4000
millones de habitantes fue el 29 de diciembre, mientras que en el año 2019, antes de la pandemia, se
adelantó al 29 de julio con una población 7673 millones. Es decir un aumento en
la población mundial de 3673 millones de habitantes, a pesar del incremento de
los recursos generados, produjo un adelanto en el Global Overshoot Day, de 5
meses. El vertiginoso crecimiento de la población mundial condujo a problemas
significativos como el incremento en la demanda de energía, alimentos y servicios
de salud, aumento de la contaminación en general producto de la mayor cantidad
de habitantes y de la actividad humana, peligrosa acumulación de gases que
conducen al calentamiento global, declive constante de la diversidad biológica
ante la apropiación de más espacios físicos por el hombre, concentración de los
recursos en pocos habitantes, aproximación a la “carga máxima de la tierra” cercana
a los 9.000-10.000 millones de habitantes y hasta un
ascenso de lo irracional. En el contexto señalado urge el auxilio de nuevas
tecnologías capaces de transformar la naturaleza para intentar restituir las pautas
perdidas y hacer posible la vida en el planeta. Esas ciencias-tecnologías
integradas son la Nanotecnología y la Biotecnología con su capacidad de dar
respuestas a las necesidades humanas primarias: energía, alimentos, salud,
cuidado del ambiente, vivienda, vestimenta, comunicación, transporte y defensa.
La Biotecnología da respuesta a las primeras cuatro y la Nanotecnología, con su
capacidad para innovar construyendo con átomos y moléculas, a todas.
Si el
planeta tiene alguna chance de futuro dependerá de una gestión internacional comprometida
con la posibilidad de dar soluciones concretas a las problemáticas planteadas
mediante la utilización racional e inteligente de estas nuevas tecnologías impulsadas
hacia un crecimiento exponencial por las necesidades acuciantes de un planeta abarrotado
con 8.000 millones de habitantes.
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