El proceso fisiológico de la erección ocurre cuando
el sistema nervioso parasimpático produce la liberación de monóxido de
nitrógeno (NO) en el cuerpo cavernoso. El NO se une a los receptores
de la enzima guanilato ciclasa, lo que deriva en niveles aumentados de guanosín
monofosfato cíclico (GMPc), causando una vasodilatación responsable de la
erección al incrementar el flujo de sangre en el interior del pene. En el
artículo “Topically Applied NO-Releasing Nanoparticles Can Increase
Intracorporal Pressure and Elicit Spontaneous Erections in a Rat Model of
Radical Prostatectomy” publicado en la revista científica Journal of Sexual
Medicine por Tar M, Cabrales P, Navati
M, Adler B, Nacharaju P, Friedman AJ, Friedman J, and Davies KP, los investigadores
aplicaron tópicamente nanopartículas con
NO (NO-NPS) para provocar erecciones en un modelo de rata sometidas a
prostatectomía radical conducente a la disfunción eréctil. Las nanopartículas
conteniendo el NO dispersas en aceite de coco se aplican tópicamente en el eje
del pene. El flujo sanguíneo en la microcirculación se determinó a través de
mediciones de diámetro arteriolar y venular y la velocidad de glóbulos rojos.
La liberación “in situ” del NO al aplicar por vía tópica (NO-NPS) aumenta la
presión intracorporal y provoca erecciones espontáneas en el modelo de rata con
prostatectomía radical iniciando un camino con posibilidad concreta de su
futura implementación en el hombre.
En definitiva un
buen ejemplo de la capacidad de las nanopartículas de adsorción y
absorción de gases para su transporte y
liberación, aunque también pueden utilizarse para retener gases en
purificaciones ambientales.
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