Un equipo del
Centro Nacional de Nanociencia y Tecnología de Pekín y del Departamento de
Biología de la Universidad de Harvard ha desarrollado una malla flexible de
nanoelectrodos inyectable en tejidos y cavidades, tanto biológicas como
artificiales. La técnica ha permitido mejorar la actividad cerebral de ratones.En el artículo “Syringe-injectable electronics” publicado en Nature
Nanotechnology se muestra como la flexibilidad del dispositivo permite
comprimirlo para inyectarlo con una aguja de 0,1 mm de diámetro en tejidos vivos. Una hora después de la
inyección la malla se despliega al 90% de su forma original. Para comprobar la
eficacia del sistema, los investigadores, inyectaron la malla en el hipocampo y
el ventrículo lateral del cerebro de ratones vivos. Durante cinco semanas comprobaron que los electrodos podían trabajar en red con las neuronas sanas
sin producir la respuesta del sistema inmune. Los dispositivos insertados en
el hipocampo de los roedores permiten además monitorizar la actividad cerebral
causando un daño mínimo a los tejidos de alrededor. Los científicos auguran a
futuro el desarrollo de este tipo de sistemas inyectables para monitorear el
cerebro en distintas enfermedades e implantes. Una forma de montar en el
cerebro una red bionanoelectrónica
flexible y tridimensional.
Lectura complementaria:
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