Investigadores del Hospital Brigham
junto con colaboradores del Hospital General de Massachusetts, ambos en Estados
Unidos, desarrollaron una innovadora nanoplataforma para el tratamiento del cáncer de tiroides anaplásico (ATC),
la forma más agresiva de cáncer de tiroides con una tasa de mortalidad de casi
el 100% y una supervivencia media de tres a cinco meses. Una estrategia
prometedora para combatirlo es la
utilización del ARN de interferencia (RNAi). Los descubridores del RNAi ganaron
el Premio Nóbel de Medicina y Fisiología hace diez años al permitir silenciar genes mutados bloqueando la producción de sus
proteínas específicas; pero el suministro de agentes de RNAi a los sitios de
los tumores ha demostrado ser todo un desafío. Por lo
general, cuando se administra RNAi solamente, es degradado por enzimas o filtrado por
los riñones antes de llegar a las células tumorales. Incluso cuando las
moléculas de RNAi llegan al tumor a menudo son incapaces de penetrar a las
células cancerosas. Una forma de superar estas barreras es la utilización de nanopartículas
capaces de llevar las moléculas de RNAi a los tumores del ATC. Además, en un
modelo murino de cáncer de tiroides anaplásico,
acoplaron a las nanopartículas con un polímero fluorescente para
observar dónde van y comprobar su utilidad. Así consiguieron evidencias del silenciamiento
exitoso al disminuir en 15 veces el número de células de cáncer capaces de
migrar al resto del cuerpo. El crecimiento del tumor también se desaceleró y se
formó un menor número de metástasis. La mayoría de los pacientes con cáncer de
tiroides anaplásico carecen de opciones; esta nueva investigación da a los pacientes alguna esperanza. Visualizar rápidamente el problema y ofrecer una
terapia dirigida puede ser crítico para el tratamiento eficaz de la enfermedad. Las nanoparticulas (nanotecnología) y el RNAi (biotecnología) se complementan en
una plataforma nanobiotecnológica para avanzar contra el cáncer.
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