En el planeta existen zonas aparentemente
poco beneficiadas, no poseen minerales, combustibles fósiles, ni su suelo presenta las características adecuadas para ser cultivado. La falta de energía no posibilita
la radicación de industrias y la generación de puestos de trabajo. Suelen ser
consideradas como zonas inviables por los economistas y abandonadas a su suerte.
La gente joven emigra en busca de un
porvenir mejor y los pueblos existentes languidecen. El cuadro descripto se
repite en toda la superficie del planeta. La visión proveniente de la economía
de las nuevas tecnologías, NBIC (Nano, Bio, Info y Cognotecnología), inicialmente
denominada Bioeconomía y en la actualidad Nanobioeconomía, es que lo inviable
lo puede hacer viable. En la siguiente figura se trata de resumir una serie de
soluciones posibles, sustentables, que abarcan desde el aprovechamiento de los
residuos y la generación abundante de energía, hasta la producción de
nanomateriales de avanzada.
La producción abundante de energía se basa en la
instalación de paneles solares, en la generación de biogás a partir de residuos,
centrales termoeléctricas alimentadas por biomasa obtenida a partir de
cultivos, microorganismos y microalgas modificadas genéticamente, de los cuales
también se puede obtener bioetanol, biopetróleo y biodiesel. El dióxido de carbono
proveniente de las centrales termoeléctricas y de la generación de biogás se lo puede utilizar para obtener grafeno y para alimentar cultivos de
microalgas capaces de producir desde medicamentos hasta ácidos grasos omega 3. Luego de
la extracción de los principios activos, el resto de la microalga puede
utilizarse para, por pirólisis, obtener nanotubos de carbono, nanomaterial de
alto valor agregado.
La autosuficiencia energética permite instalar biorreactores para producir carne “in vitro” y abre las puertas para múltiples emprendimientos, la instalación de pymes y comercios relacionados, no sólo con la producción, también vinculados con el crecimiento económico general del lugar. La economía de las nuevas tecnologías tiende a horizontalizar la producción de energía (y de alimentos) de modo de evitar la concentración de los recursos económicos en unos pocos. La economía de las nuevas tecnologías puede hacer viable lo inviable.
Lectura complementaria:
Bioeconomía para todos
La autosuficiencia energética permite instalar biorreactores para producir carne “in vitro” y abre las puertas para múltiples emprendimientos, la instalación de pymes y comercios relacionados, no sólo con la producción, también vinculados con el crecimiento económico general del lugar. La economía de las nuevas tecnologías tiende a horizontalizar la producción de energía (y de alimentos) de modo de evitar la concentración de los recursos económicos en unos pocos. La economía de las nuevas tecnologías puede hacer viable lo inviable.
Lectura complementaria:
Bioeconomía para todos
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