En el artículo Nanopsicología II. Un marco de referencia actualizado publicado en Biotecnología & Nanotecnología al Instante (13/08/22) decíamos “[...] podemos intentar ofrecer un marco de referencia actualizado para una futura nanopsicología presentándola como la ciencia destinada a estudiar, en lo externo al individuo, el impacto de los productos nanotecnológicos en su vida psíquica y, en lo interno, a ayudar la comprensión y modificación conductas mediante una comunicación informática bidireccional no quirúrgica desde y hacia el cerebro eliminando la interfaz lenguaje, y además posibilitar la construcción de distintas estructuras neuronales para incorporar al cerebro, en forma directa, nuevos conocimientos sin pasar por otra interfaz: los procesos de enseñanza- aprendizaje”.
El el artículo Hombre virtual & Hombre robotizado. Ambos inmortales publicado en Biotecnología & Nanotecnología al Instante (14/05/23) se reflexionaba sobre “[...] la posibilidad de hacer un cerebro cuasi similar al humano a partir de los sorprendentes avances de la nanotecnología: nanochips neuromóficos, menristores, nanorrobots y nanochips reconfigurables; cerrando un circulo virtuoso para el paso del software-mente del humano a un cerebro artificial ubicado en un robot”.
El software-mente humano, se refiere a un software avanzado capaz de emular las capacidades cognitivas, emocionales y de toma de decisiones de un ser humano. Este software podría ser un modelo de inteligencia artificial (IA) altamente avanzado que replica funciones de la mente humana como la memoria, el razonamiento, el aprendizaje, las emociones, la creatividad y la autoconciencia.
Lo expuesto nos condiciona a la aplicación de la nanopsicología en un robot al que se le ha transferido el software-mente de un cerebro humano mediante comunicación inalámbrica bidireccional. Algunos aspectos a considerar en la intersección entre la nanotecnología y la psicología en el robot:
Nanopsicología y modelos cognitivos: La nanopsicología, al estar basada en principios de la nanotecnología aplicada al estudio de la mente y el comportamiento, proporcionaría herramientas para crear modelos cognitivos precisos dentro del cerebro artificial del robot. A través de la integración de redes neuronales a nanoescala, se podrían replicar los procesos cognitivos humanos, como el aprendizaje, la memoria, la toma de decisiones, y la percepción.
Interfaz cerebro-máquina a nivel nano: Una interfaz cerebro-máquina bidireccional operando a nivel nano permitiría una transferencia de datos extremadamente rápida y precisa. Esta comunicación bidireccional implicaría que tanto el robot como el cerebro humano puedan intercambiar información en tiempo real, permitiendo ajustes y sincronizaciones constantes. A nivel psicológico, esto significaría que las experiencias sensoriales, emocionales y cognitivas del robot podrían alinearse de manera muy estrecha con las del humano cuyo software fue transferido.
En función de lo expuesto la nanopsicología aplicada en este contexto sería crucial para entender, diseñar, y manejar los aspectos psicológicos de un robot que alberga un cerebro humano digitalizado. Esta disciplina ayudaría a desarrollar una inteligencia artificial que no solo imita, sino que también evoluciona en función de las características humanas. Esto nos lleva a completar el esquema presentado en el artículo Nanopsicología II. Un marco de referencia actualizado agregando, tal como se muestra en la figura, a lo señalado para el humano celular mortal los aspectos nanopsicológicos inherentes al humano robotizado mortal.
La nanopsicología de un robot autónomo al cual se le ha implementado un software mente humana representa un campo de investigación fascinante que une la inteligencia artificial avanzada, la nanotecnología y la psicología. Este enfoque ofrece un potencial increíble para aplicaciones en múltiples dominios, desde la salud hasta la exploración espacial, pero también plantea desafíos éticos, filosóficos y técnicos que deben ser abordados con cuidado. La diferencia fundamental radica en la naturaleza simulada de la cognición y la experiencia emocional del robot, en contraste con la experiencia subjetiva y biológica del cerebro humano.
Lecturas complementarias:
Será que llegaremos al momento en el que hablemos de los derechos del robot tras su sensibilidad psicológica? Este texto me abre grandes incógnitas. Excelente.
ResponderEliminar