Durante siglos, la humanidad fue la única especie inteligente que poblaba el planeta con capacidad de transformar su entorno de forma consciente. Pero en las últimas décadas, el desarrollo de la inteligencia artificial y la robótica ha introducido un nuevo actor en escena: el robot humanoide. Estos no solo imitan nuestra forma física, sino que, con creciente eficacia, replican y superan habilidades cognitivas humanas en ciertas tareas.
Actualmente, la población humana mundial ronda los 8 mil millones, mientras que la de robots humanoides es apenas una fracción de esa cifra. Sin embargo, hay una clara tendencia: la natalidad humana disminuye en muchos países y el envejecimiento de la población se acelera, mientras que la creación de robots humanoides se duplica o triplica cada pocos años, impulsada por la automatización de industrias, los servicios de asistencia y la expansión de tecnologías como la IA generativa y los sistemas de lenguaje avanzados.
Si proyectamos ambas tendencias, la de la población humana en descenso y la de robots humanoides en ascenso, podría esperarse un punto de cruce durante la segunda mitad del siglo XXI. Aunque depende de variables políticas, éticas, económicas y tecnológicas, algunos futuristas especulan que ese equilibrio podría alcanzarse alrededor del año 2080.
Ese será, quizás, el "punto de inflexión demográfico del siglo": un momento simbólico en el que el número de entidades con forma y función humana fabricadas por humanos igualará al número de humanos biológicos sobre la Tierra.
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