En una investigación reciente “A Therapeutic Antibody Targeting BACE1 Inhibits Amyloid-beta Producción in Vivo” publicada en la revista Sci. Transl. Med. por un equipo de 20 investigadores de la empresa Genentech perteneciente a la unidad biotecnológica del Roche Holding, se presenta el hallazgo de una metodología de trabajo destinada a abrir las puertas a novedosos tratamientos para enfermedades como, el Alzheimer, la esquizofrenia, el Parkinson e incluso el autismo.
La barrera hematoencefálica es una barrera entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central. Esta impide que muchas sustancias de peso molecular importante y/o tóxicas la atraviesen, al tiempo que permite el pasaje de nutrientes y oxígeno. De no existir dicha barrera, muchas sustancias nocivas llegarían al cerebro afectando su funcionamiento y tornando inviable al organismo.
Para evitar la formación de las placas beta amieloide en el cerebro los investigadores necesitaban hacer ingresar al mismo un anticuerpo monoclonal específico destinado a bloquear la beta-secretasa 1 o BACE, enzima necesaria para formar las proteínas beta amieloide acumulables en forma de placas pegajosas en el cerebro de los pacientes con tendencia a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
La transferrina es una proteína capaz de trasportar el hierro a través de la barrera hematoencefálica para introducirlo con facilidad en el cerebro. Tal como el Caballo de Troya los investigadores lograron unir el anticuerpo monoclonal específico a los receptores de transferrina de modo de poder atravesar la barrera, liberándolo dentro del cerebro mediante una posterior reducción de la afinidad entre el anticuerpo y los receptores de la transferrina.
El gran descubrimiento consiste en una nueva forma de ingresar anticuerpos monoclonales al cerebro “escondidos en un nuevo Caballo de Troya”, la transferrina. Tal vez como los Troyanos el artilugio sea fundamental para lograr vencer al gran enemigo: las enfermedades neurodegenerativas.
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