La cloroquina y su derivado, la
hidroxicloroquina, tienen una larga historia como medicamentos seguros y
económicos para su uso como medidas profilácticas en regiones endémicas de
malaria y como tratamientos diarios para enfermedades autoinmunes. El 20 de
marzo del 2020 un grupo de investigadores del IHU-Méditerranée Infection,
Marsella Francia, dirigidos por el Dr. Didier Raoult, publicaron en la revista
International Journal of Antimicrobial Agents el artículo Hydroxychloroquine
and azithromycin as a treatment of COVID-19: results of an open-label
non-randomized clinical trial, expresando que “Por razones éticas y porque
nuestros primeros resultados son tan significativos y evidentes, decidimos
compartir nuestros hallazgos con la comunidad médica, dada la urgente necesidad
de un medicamento efectivo contra el SARS-CoV-2 en el contexto de la pandemia
actual”. La siguiente figura resume el efecto combinado de la hidroxicloroquina
y la azitromicina sobre la cantidad de virus presente en los pacientes luego de
cinco días de tratamiento.
Crédito: Didier Raoult y col. International Journal of Antimicrobial Agents |
Dada la falta actual de una vacuna aprobada y
efectiva, es importante evaluar los posibles efectos profilácticos y/ o
terapéuticos de los medicamentos que están clínicamente aprobados para otras
indicaciones. Los mecanismos precisos a través de los cuales la cloroquina
puede actuar para atenuar las infecciones por el virus constituyen una valiosa
información para la terapéutica. En el artículo publicado el 23 de marzo del
2020 en la revista Nature Nanotecnología “Insights from nanomedicine into
chloroquine efficacy against COVID-19”, científicos de la Clínica Mayo
(USA), explican investigaciones de nanomedicina vinculadas a la cloroquina y la absorción de nanopartículas en las
células, como un paso para interpretar su mecanismo de acción en los potenciales tratamientos del COVID-19. Ellos han demostrado
que la cloroquina es un inhibidor de amplio espectro de la endocitosis de
nanopartículas de los macrófagos residentes. La cloroquina disminuye la
acumulación de nanopartículas sintéticas de varios tamaños (14–2.600 nm) de formas esféricas y discoidales en líneas
celulares, así como en el sistema de fagocitos mononucleares. Finalmente
proponen un mecanismo que implica la supresión inducida por cloroquina del
PICALM, un adaptador de clatrina de selección de carga que detecta y conduce la
curvatura de la membrana, regulando así la captación mediada por
endocitosis de SARS-CoV-2:
Crédito: Tony Y. Hu, Matthew Frieman y Joy Wolfram. Nature Nanotechnology. |
En momentos que pareciera acelerarse el tratamiento
con hidroxiclorina y azitromicina en infecciones complejas y terminales, la
publicación de artículos científicos relacionados avanzan con rapidez para
intentar comprender y validar (o no) su
potencial utilización.
Lecturas complementarias:
Muchas gracias por tan oportuna como didáctica explicación. Lo difundiremos
ResponderEliminarGracias por compartirlo
ResponderEliminarGracias por informarnos.
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