La globalización impulsó la necesidad de conversión del pensamiento abstracto en pensamiento complejo. Para Edgar Morín el más conocido de los teóricos de la complejidad, ese pensamiento complejo presenta tres características: debe estar contextualizado para que adquiera sentido, debe ser global, estableciendo relaciones entre el todo y las partes y, debe abarcar lo multidimensional. La complejidad no se agota en el conocimiento, involucra también la formación de una consciencia compleja. El pensamiento abstracto, integrado a la consciencia compleja, constituye un pensamiento complejo contextualizado, global y multidimensional. Resulta imposible en la hora actual comprender a un mundo complejo sin haber alcanzado un nivel complejo de pensamiento. Pensamiento alcanzable en el ámbito general de una cuarta cultura integrada por las ciencias naturales, las ciencias sociales, las humanidades y el arte. El planteo expuesto resulta coincidente con el viejo anhelo de muchos educadores de llegar a la educación transdisiplinar, una forma de incorporar la vida o el mundo real en el currículo. Tal vez un caso atípico en el ámbito educativo lo constituyen los licenciados en biotecnología quienes son innovadores con capacidades adquiridas para integrar ciencia, tecnología y gestión dando repuestas concretas a distintas necesidades socioeconómicas vinculadas con la salud., la energía, los alimentos y el medio ambiente.
Un ejemplo concreto de integración de esa conciencia compleja al pensamiento abstracto para ayudarnos a comprender el mundo actual lo constituyen las tecnologías de convergencia (NBIC).
La interacción dinámica entre la nanotecnología, la biotecnología y la informática permiten potenciar el incremento del conocimiento universal para el avance hacia la cognociencia y a una tecnología neurocognitiva. La transdiciplinaridad NBI nos lleva a la formación de una consciencia compleja conducente tanto a una comprensión profunda del ser humano como a una nueva y trascendente revolución tecnológica. Esta integración desemboca finalmente en las denominadas tecnologías de convergencia: NBIC (nanotecnología-biotecnología-informática-cognotecnología). Las iniciales de sus unidades elementales de funcionamiento, el bit en la informática, el átomo en la nanotecnología, la neurona en la tecnología inherente a la neurociencia cognitiva y el gen en la biotecnología, conforman la palabra bang. Esta small bang en el hombre, multiplicado por los 7000 millones de habitantes existentes en la tierra, se constituirá, a partir de la comprensión de como se genera el pensamiento en el circuito neuronal, en la gran explosión del conocimiento en siglo XXI. Un ejemplo interesante sobre la necesidad de educar en el desarrollo del pensamiento complejo para ingresar a una cuarta cultura que nos permita comprender el mundo.
Lecturas complementarias:
Hacia el sueño de la transdisiplinidad y Pensamiento complejo I-II.Cuarta Cultura.
El nuevo big bang: las NBIC.Tecnologías de Convergencia.
Lecturas complementarias:
Hacia el sueño de la transdisiplinidad y Pensamiento complejo I-II.Cuarta Cultura.
El nuevo big bang: las NBIC.Tecnologías de Convergencia.
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