En
agosto del 2008, en la publicación Novedades
Bioquímicas (Nº182), publicamos un artículo relacionando con
las NBIC y una nueva explosión del conocimiento. Sea el presente una reflexión
actualizada de lo que decíamos:
“La
interacción dinámica entre la nanotecnología, la biotecnología y la
infotecnología permiten potenciar el incremento del conocimiento universal para
avanzar hacia la
cognotecnología. La integración armónica de ellas llevará
tanto a una comprensión profunda del ser humano como a una nueva y trascendente
revolución tecnológica. Esta integración conduce a las tecnologías de
convergencia: NBIC (Nano-Bio-Info-Cognotecnología). Las iniciales de sus
unidades elementales de funcionamiento, el bit
en la infotecnología, el átomo en la
nanotecnología, la neurona en la
tecnología inherente a la neurociencia cognitiva y el gen en la biotecnología, conforman la palabra bang. Esta small bang en el hombre, multiplicado por los 7400
millones de habitantes existentes en la tierra, se constituirá, a partir de la
comprensión de como se genera el pensamiento en el circuito neuronal, en la
gran explosión del conocimiento en siglo XXI”.
Trascurridos ocho años de la publicación, las NBIC en acción avanzan hacia la obtención de un mapa 3D de nuestras 89 mil millones de neuronas y con rapidez a la construcción con nanochips neurosinápticos de los primeros cerebros similares a los humanos. Las tecnologías convergentes (NBIC) con su crecimiento exponencial se perfilan cada vez con mayor nitidez como los motores para el desarrollo de una nueva economía, opuesta a la globalizada de pensamiento único, con capacidad para dar respuestas simples a problemáticas socioeconómicas complejas. Hoy se habla de bioeconomía y de nanoeconomía y, en general, de una economía basada en los desarrollos tecnológicos capaz de generar en tiempo y forma los recursos necesarios para todos. Tecnologías con capacidad potencial desde trasformar la naturaleza hasta el manejo eficiente con inteligencia artificial del contexto productivo. La trasformación revolucionaria requiere del atesoramiento profundo del conocimiento de las NBIC y la capacidad de realizar innovaciones y emprendimientos a partir de ellos. Lo expuesto dará origen a nuestra reflexión cuando luego de otros ocho años digamos…
Trascurridos ocho años de la publicación, las NBIC en acción avanzan hacia la obtención de un mapa 3D de nuestras 89 mil millones de neuronas y con rapidez a la construcción con nanochips neurosinápticos de los primeros cerebros similares a los humanos. Las tecnologías convergentes (NBIC) con su crecimiento exponencial se perfilan cada vez con mayor nitidez como los motores para el desarrollo de una nueva economía, opuesta a la globalizada de pensamiento único, con capacidad para dar respuestas simples a problemáticas socioeconómicas complejas. Hoy se habla de bioeconomía y de nanoeconomía y, en general, de una economía basada en los desarrollos tecnológicos capaz de generar en tiempo y forma los recursos necesarios para todos. Tecnologías con capacidad potencial desde trasformar la naturaleza hasta el manejo eficiente con inteligencia artificial del contexto productivo. La trasformación revolucionaria requiere del atesoramiento profundo del conocimiento de las NBIC y la capacidad de realizar innovaciones y emprendimientos a partir de ellos. Lo expuesto dará origen a nuestra reflexión cuando luego de otros ocho años digamos…
Lectura complementaria:
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