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miércoles, 17 de julio de 2024

La economía planetaria: átomos, moléculas y seres vivos.

La globalización constituye un proceso económico, tecnológico, político, social y cultural a escala mundial potenciado por la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo. La primera gran convergencia tecnológica abreviada TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) ha generado un nuevo espacio social en el cual las capacidades de acción de los seres humanos se han ampliado al ser posibles las interacciones dinámicas virtuales. En el contexto descripto, las empresas TIC, en constante desarrollo, cumplen un papel preponderante en la globalización económica debido a su capacidad de integrar los mercados globales. Constituyen la tecnología central de la economía globalizada desde fines del siglo XX (1975- ), es decir una economía globalizada con un motor tecnológico centrado en las TIC.    
Si bien la economía globalizada presenta algunas ventajas como el mayor acceso a los mercados y a recursos diversificados, la atracción de inversiones extranjeras, facilita la difusión de innovaciones tecnológicas, aumenta la competencia, y reduce los precios de bienes y servicio; sus desventajas son desbastadoras, incrementa la brecha entre ricos y pobres, produce desempleo y precariedad laboral, genera dependencia económica, lleva a la pérdida de identidades culturales y tradiciones locales, tiene un fuerte impacto ambiental contaminante al aumentar la explotación de recursos naturales y la interconexión de los mercados financieros puede hacer que las crisis económicas se propaguen rápidamente de un país a otro, afectando la estabilidad global.

A principio del siglo XXI (2001-) surge la segunda convergencia tecnológica, las  NBIC (Nano-Bio-Info y Cognotecnologías) producto de la necesidad de dar respuestas a todas las necesidades humanas, no solo a la comunicación, también a la alimentación, la energía, la salud, el cuidado del ambiente, la vivienda, el transporte, la vestimenta y la defensa. Las NBIC inician la transformación, el paso de la sociedad de la información hacia una sociedad multidireccional tendiente a dar respuestas integrales a las necesidades reales de los 8.000 millones de habitantes del planeta.

Esto implica pasar de la economía globalizada de las TIC responsable que hoy tengamos un planeta sin rumbo en lo económico y ambiental, por no haber considerado todas las necesidades de los seres humanos ni respetado las leyes de la naturaleza, a una economía convergente centrada en las potentes respuestas que tanto la biotecnología como la nanotecnología y la IA pueden brindar  las graves problemáticas actuales y futuras. 

La posibilidad de innovar construyendo con átomos y moléculas más la de utilizar seres vivos o partes de seres vivos, para dar respuestas a las crecientes necesidades humanas primarias constituye la base de la nanobioeconomía, la única economía posible para hacer viable la vida en el planeta y el planeta en el siglo XXI.”

Lectura complementaria:

Hacer viable lo otrora inviable con bio y nanoeconomía. Biotecnología & Nanotecnología al Instante. 29/04/24.

miércoles, 22 de mayo de 2024

¿Necesitamos formación curricular en insumos agrarios?

La ciencia no es sólo  conocimiento, es el conocimiento sistemático y ordenado.  A fines del siglo XX, ante la problemática de un planeta a la deriva en lo económico y ambiental, se fue pasando de las ciencias y tecnologías separadas, cuya función era comprender y explotar la naturaleza, a ciencias tecnologías integradas para potenciar la transformación de la naturaleza y posibilitar la vida en la tierra. Esta conjunción con crecimiento exponencial enfatiza la necesidad de sistematizar y ordenar  los  aspectos científicos-tecnológicos en áreas como la agricultura, de interés vital por su respuesta a las necesidades humanas primarias.  En la agricultura clasificar los insumos provenientes de la integración compleja de las ciencias básicas con las tecnologías de avanzada puede ayudar a una mejor comprensión sobre su origen, potenciar desarrollos  y optimizar las aplicaciones agrícolas. Con la finalidad de establecer algún tipo de ordenamiento actualizado en la temática podemos considerar tres aspectos/áreas centrales:

a)   Insumos basados en biotecnología.
b)   Insumos basados en la nanotecnología.
c)  Insumos basados en la infotecnología                                                                                          (ciencia de datos, IA, tecnología de la información y robótica).

a)  Insumos basados en biotecnología.

Biofertilizantes: Utilizan microorganismos como bacterias fijadoras de nitrógeno para mejorar la fertilidad del suelo.

Biopesticidas: Derivados de organismos vivos  o sustancias naturales para controlar plagas y enfermedades.

Semillas mejoradas genéticamente: Utilizan técnicas de ingeniería genética para desarrollar variedades de cultivos con características mejoradas, como resistencia a enfermedades o tolerancia a condiciones ambientales adversas.

b)  Insumos basados en la nanotecnología.

Nanofertilizantes: Utilizan nanopartículas para entregar fertilizantes de manera más eficiente a las plantas, aumentando la absorción de nutrientes y reduciendo la lixiviación, la cantidad necesaria y la contaminación.

Nanopesticidas: Emplean nanopartículas para entregar los pesticidas de manera más eficiente a las plantas, aumentando la absorción de nutrientes y reduciendo la lixiviación, la cantidad necesaria y la contaminación.

Nanomateriales: Usan nanopartículas para enriquecer el suelo y vinculadas con la tolerancia al stress (sequía, salinidad, stress UV).

Nanosensores: Dispositivos nanométricos que monitorean variables ambientales como humedad del suelo, pH, nivel de nutrientes, etc., para una gestión precisa de los cultivos.

Nanodelivery: Trasporte de material genético para realizar transgénesis en vivo (CRISPR-cas9)

c)  Insumos basados en infotecnología.

Agricultura de precisión: Utiliza datos recopilados por sensores remotos, drones, satélites y equipos de campo robotizados para optimizar el manejo de los cultivos, incluyendo la aplicación precisa de insumos como fertilizantes y pesticidas.

Plataformas de gestión agrícola: Software y aplicaciones que ayudan a los agricultores a gestionar y optimizar sus operaciones agrícolas, incluyendo la planificación de cultivos, el monitoreo del crecimiento y la salud de las plantas, y la gestión de insumos.


Esta clasificación refleja cómo diferentes áreas de las ciencias y las tecnologías convergentes (Nano-Bio-Infotecnología) con crecimiento exponencial contribuyen al desarrollo y aplicación de insumos agrícolas más eficientes, sostenibles y orientados hacia el futuro. La interacción entre ellas y su complejidad creciente requiere capacitarse en ciencias básicas,  nanotecnología, biotecnología, infotecnología,  gestión empresarial, bioeconomía, nanoeconomía, etc.

Sí, es necesaria una capacitación curricular en insumos agropecuarios para no ser consumidores solo informados por folletos de las comercializadoras sobre sus productos, sin los conocimientos necesarios para la toma de las decisiones adecuadas y para no ser observadores perplejos de los desarrollos de avanzada, sino partícipes de ellos. 

Lecturas complementarias:

Nanoeconomía y/o Bioeconomía. Biotecnología & Nanotecnología al Instante 2023. https://infobiotecnologia.blogspot.com/2023/12/bioeconomia-yo-nanoeconomia.html
                
Hacer viable lo otrora inviable con bio y nanoeconomía. Biotecnología & Nanotecnología al Instante. 2024.
https://infobiotecnologia.blogspot.com/2024/04/hacer-viable-lo-otrora-inviable-con-la.html

lunes, 29 de abril de 2024

Hacer viable lo otrora inviable con bio y nanoeconomía.

En el planeta existen zonas aparentemente poco beneficiadas, no poseen minerales, combustibles fósiles, ni su suelo presenta las características adecuadas para ser cultivado. La falta de energía no posibilita la radicación de industrias y la generación de puestos de trabajo. Suelen ser consideradas como zonas inviables por los economistas y abandonadas a su suerte. La  gente joven emigra en busca de un porvenir mejor y los pueblos existentes languidecen. El cuadro descripto se repite en toda la superficie del planeta. Ahora la bioeconomía y la nanoeconomía sustentadas en los desarrollos con crecimiento exponencial de la biotecnología y la nanotecnología parece indicar que lo otrora inviable comienza a hacer viable. En la siguiente figura se trata de resumir una serie de soluciones posibles, sustentables, que abarcan desde el aprovechamiento de los residuos y la generación abundante de energía, hasta la producción de nanomateriales de avanzada.



















La producción abundante de energía se basa en la instalación de paneles solares, molinos eólicos, en la generación de biogás a partir de residuos en biodigestores y en centrales termoeléctricas alimentadas por biomasa obtenida a partir de cultivos, microorganismos y microalgas modificadas o no genéticamente, de los cuales también se puede obtener bioetanol,  biopetróleo y biodiesel.
El dióxido de carbono proveniente de las centrales termoeléctricas y de la generación de biogás se lo puede utilizar para obtener grafeno,  y para alimentar cultivos de microalgas capaces de producir desde medicamentos  hasta ácidos grasos omega 3. Luego de la extracción de los principios activos, el resto de la microalga puede utilizarse para, por pirólisis, obtener nanotubos de carbono, nanomaterial de alto valor agregado. Adicionalmente nuevos nanocatalizadores también permiten pasar el dióxido de carbono a metano, aumentando la producción de energía local.
La autosuficiencia energética permite instalar biorreactores para producir desde carne  “in vitro” hasta biopolímeros y abre las puertas para múltiples emprendimientos, la instalación de pymes y comercios relacionados a la  producción y el crecimiento económico general del lugar. La economía de las  nuevas tecnologías tiende a horizontalizar la producción de modo de evitar la concentración de los recursos económicos en unos pocos.
A modo de ejemplo explicaremos como desde los residuos orgánicos podemos pasar a la producción de materiales nanocompuestos para la producción 3D de modo de realizar productos de alto valor agregado tendientes a hacer  la zona sustentable y con tecnología de punta. La producción de biogás genera metano y dióxido de carbono. Ambos gases se pueden utilizar para obtener nano-objetos. Del metano se puede, mediante el proceso CVD (Chemical vapour deposition) obtener grafeno y nanotubos de carbono. En forma paralela, con los residuos orgánicos se puede producir poliláctico (PLA), un polímero biodegradable y reciclable. Generalmente los residuos fermentables son autoclavados a 121ºC durante 20 minutos y luego regulando las condiciones fisicoquímicas se realiza un proceso de sacarificación con la enzima glucosamilasa y posteriormente se agrega Lactobacillus rhamnousus para pasar la glucosa producida a ácido láctico. Finalmente el ácido láctico se utiliza para sintetizar PLA. Dentro de los materiales nanoestructurados, los nanopcompuestos de polímeros con nano-objetos presentan en la actualidad un alto grado de aplicaciones actuales y futuras. En algunos nanocomposites, un 1% de grafeno en la estructura polimérica permite aumentar su resistencia en un 100%. La posibilidad de poder utilizar en las impresoras 3D polímeros de PLA-grafeno y PLA-nanotubos de carbono, obtenidos a partir de residuos, permite producir en forma continua o rotativa una importante cantidad de productos utilizables en la industria textil, alimenticia y automotriz, entre otras.
Un buen ejemplo de la importancia de la bioeconomía + la nanoeconomía en la sociedad multidireccional y de su capacidad para hacer viable lo otrora inviable.

Lectura complementaria

viernes, 29 de diciembre de 2023

Semblante del año 2023

Un semblante del año 2023 (pequeños artículos publicados):

-Nanoeconomía y/o Bioeconomía.                    https://infobiotecnologia.blogspot.com/2023/12/bioeconomia-yo-nanoeconomia.html

-Bases para la actualización de la educación superior.                      https://infobiotecnologia.blogspot.com/2023/11/bases-para-la-actualizacion-de-la.html

-Hombre virtual & Hombre robotizado. Ambos inmortales                https://infobiotecnologia.blogspot.com/2023/05/hombre-virtual-hombre-robotizado-ambos.html

-La revolución en nanomedicina: los taladros moleculares.                https://infobiotecnologia.blogspot.com/2023/02/la-revolucion-en-nanomedicina-los.html

-Sinopsis proyectiva del siglo XXI                        https://infobiotecnologia.blogspot.com/2023/01/tratar-de-resumir-lo-sucedido-y-lo.html

domingo, 10 de diciembre de 2023

Nanoeconomía y/o Bioeconomía.

La bioeconomía y la nanoeconomía surgen como respuesta a las problemáticas planteadas por Economía Física formulada por Nicholas Georgescu-Roegen (Universidad Vanderbilt), a través de dos publicaciones: Analytical Economics (1966) y The Entropy Law and Economic Process (1971) en las cuales centra las problemáticas económicas y ambientales actuales en el divorcio entre las teorías económicas y las leyes de la naturaleza.
Ante el avance exponencial y complejo de éstas problemáticas, próximo a su muerte, Nicolás Georgescu-Roegen ha señalado como única solución posible para poder dar respuestas a las crecientes demandas de las nueve necesidades humanas primarias (salud, energía, alimentación, cuidado del ambiente, vestimenta, vivienda, comunicación, transporte y defensa), la aparición de ciencias-tecnologías integradas capaces de generar en tiempo y forma los recursos necesarios para todos de modo de restituir la pautas perdidas y avanzar hacia un nuevo equilibrio.
Las respuestas han surgido de dos ciencias-tecnologías integradas capaces de transformar la naturaleza: la biotecnología y la nanotecnología. La biotecnología que utiliza seres vivos o partes de seres vivos, con su 65 millones de genes conocidos e ingeniería genética y la nanotecnología con su capacidad de innovar construyendo con átomos y moléculas brindan las bases para las nuevas economías: la bioeconomía y la nanoeconomía, ambas incluidas hoy bajo la denominación de economías de las nuevas tecnologías, tendiente a dejar en segundo plano a la economía de la globalización centrada en la primer convergencia tecnológica (tecnologías de la información y la comunicación-TICs) e incapaz de dar respuesta a las necesidades económicas y ambientales de los 8000 millones de habitantes del planeta.
La bioeconomía puede dar respuestas a cuatro de necesidades humanas primarias: salud, alimentación, energía y cuidado del ambiente. En cambio la nanoeconomía, basada en una tecnología con capacidad de innovar construyendo con átomos y moléculas (de lo que está formado el planeta y los seres humanos), es la única con posibilidad real de dar respuestas a todas (las nueve) necesidades humanas primarias.


Tomemos un ejemplo vinculado con la producción de energía. La generación de biomasa consume dióxido de carbono. Luego cuando la biomasa se utiliza como combustible genera dióxido de carbono él cuál vuelve a ser reutilizado por las plantas para generar biomasa nuevamente, en un aparentemente ciclo virtuoso neutro de uno de los principales gases responsables del efecto invernadero. No obstante la energía utilizada en ese ciclo sólo se recupera parcialmente dejando un saldo negativo en el gasto de energías usualmente no renovables y contaminantes. Por otra parte el sector agropecuario en general consume la mayor cantidad de agua dulce del planeta (69%) a la que se contamina con pesticidas y fertilizantes debido a la extremadamente baja y lenta absorción de ambos productos por las raíces de las plantas. El 95% de los fertilizantes y el 99,9% de los pesticidas se degradan antes de lograr los efectos buscados (Lowry y col. ACS Nano 2019, 13, 5, 5291–5305). En el caso de los fertilizantes nitrogenados disueltos en el agua terminan mayoritariamente como gases de óxidos de nitrógeno en la atmósfera, contribuyendo también al incremento del efecto invernadero.
La nanotecnología por su parte con la aparición de nanopesticidas y nanofertilizantes de aplicación foliar permiten revertir la lenta absorción por las raíces de las plantas, aprovechando más de un 90% de los agroquímicos, disminuyendo los gastos de producción y la contaminación del agua dulce. También contribuye a la generación de energía mejorando la eficiencia de los paneles solares mediante la utilización de alguno de sus nanomateriales como los puntos cuánticos. Éstos permiten, regulando su diámetro, captar la radiación infrarroja (IR) que durante la noche sale de la superficie de la tierra y al reflejarse en las nubes produce el calentamiento del planeta. Es decir permite hacer paneles similares a los solares pero que generan energía fotovoltaica de noche con la radiación IR. Otros nanomateriales están permitiendo avanzar sobre la generación de energía en paneles que funcionan con la humedad ambiente y nanocatalizadores capaces convertir el dióxido de carbono ambiental en metano (gas de las hornallas) entre otros y obtener combustible hidrógeno a partir del agua. Nuevos nanomateriales también para mejorar la eficiencia y durabilidad de los molinos eólicos.
En definitiva la bio y nanoeconomía, con sus bases tecnológicas la biotecnología que utiliza seres vivos o partes de seres vivos, con su 65 millones de genes conocidos e ingeniería genética y la nanotecnología con su capacidad de innovar construyendo con átomos y moléculas para dar respuestas a las problemáticas socioeconómicas surgen como respuestas únicas a la complejidad de las necesidades de la tierra con 8000 millones de habitantes.
Para un planeta sin rumbo, a la deriva en lo económico y en lo ambiental, aparece una economía basada en nuevas tecnologías, capaces de transformar las naturaleza para hacer posible la vida en la tierra.

sábado, 31 de julio de 2021

La economía de las nuevas tecnologías

En el artículo Tiempo de Nanoeconomía decíamos que la nanoeconomía se fundamenta en tratar la de visibilizar las necesidades económicas de cada persona e individualizarlas para brindar las respuestas necesarias. La economía y lo ambiental están sin rumbo en la actualidad. Por un lado los procesos económicos han perdido el contacto con su base natural al centrarse en la dinámica de los mercados, el aumento en la producción y priorizar aspectos comerciales. Por el otro han perdido contacto con las necesidades humanas con una peligrosa tendencia al desempleo crónico y aumento de la pobreza. En el contexto citado uno de los pensadores más notables y profundos de la economía Nicolás Georgescu-Roegen ha expresado “Los fenómenos económicos ciertamente no son independientes de las leyes físico-químicas que gobiernan nuestro medio ambiente” marcando el límite y la inconveniencia de la economía vigente centrada en el divorcio entre las teorías económicas y el cumplimiento de las leyes de la naturaleza.

Divorcio conducente a un planeta a la deriva en lo económico y ambiental. A la problemática planteada por Nicolás Georgescu-Roegen en su economía física (debido a su su obra magna publicada en 1971: “The Entropy Law and the Economics Process”) le aparecieron dos respuestas vinculadas a la capacidad de las nuevas tecnologías para transformar la naturaleza y rehacer las pautas perdidas (en 1973 la biotecnología y en 1974 la nanotecnología). Ambas han dado origen a la bioeconomía y a la nanoeconomía. La bioeconomía, es una economía basada en la biotecnología con habilidad para generar en tiempo y forma los recursos naturales renovables, con su acervo de 65 millones de genes y la ingeniería genética, para dar respuestas a necesidades socio-económicas tales como la demanda de energía, alimentos, disminución de los gastos en salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e ingresos en forma sustentable. 
La nanoeconomía es una economía construida a partir de las necesidades y el quehacer diario de los 7800 millones de personas habitantes del planeta en vez del resultado del accionar de países o empresas.Tanto la nanotecnología como la biotecnología se complementan e integran, además con la infotecnología permiten avanzar en una simbiosis coordinada hacia el desarrollo de la cognotecnología. Al conjunto se lo conoce como nuevas tecnologías o NBIC (Nano, Bio, Info y Cognotecnologías). Las cuatro dan origen a un espectro más amplio y al paso de la nanobioeconomía a la economía de las nuevas tecnologías. 
La economía de pensamiento único con predominio de lo económico sobre lo social-político, globalizada, centrada en el mercado y utilización activa de los medios de comunicación, resulta inadecuada para dar respuestas necesarias ante el crecimiento exponencial de la población, lo que conlleva a desequilibrios económicos, ecológicos y sociales conducentes a un ascenso de lo irracional. En cambio, la economía de las nuevas tecnologías, nos da un nuevo y único enfoque para tratar de alcanzar un equilibrio sólido, sustentado por las leyes de la naturaleza y las necesidades de los habitantes de la tierra. 

sábado, 6 de marzo de 2021

Las nuevas carreras universitarias necesarias para la vida

En el año 1950 la población del planeta era de 2.500 millones de habitantes, en el 2021 está cercana a los 7.800 millones, un aumento en 5.300 millones en 71 años, más del doble. El crecimiento exponencial experimentado produjo un fuerte incremento en la demanda de energía, alimentos, servicios de salud y aumento de la contaminación en general producto de la mayor cantidad de habitantes y de la actividad humana. También originó el declive constante de la diversidad biológica ante la apropiación de más espacios físicos por el hombre, la concentración de los recursos en pocos habitantes, con 1.000 millones que no pueden satisfacer sus necesidades básicas y 6.000 millones fuera de la vida confortable, lo que origina un ascenso de lo irracional. En el contexto señalado, tanto la economía como el ambiente en el planeta se encuentran sin rumbo, a la deriva con un riesgo creciente de subsistencia debido al aumento de la población, la contaminación, el cambio climático, la desertización, el aumento de pandemias e incendios forestales en intensidad y frecuencia, etc. Si existe todavía alguna probabilidad de solución seguramente requerirá de un saber hacer basado en nuevos conocimientos integrados para actuar en un mundo complejo. Es una misión de la universidad generar y estructurar los nuevos conocimientos para dar respuestas a las crecientes problemáticas socioeconómicas. Conocimientos que en el tiempo constituyen la base de los nuevos trabajos del futuro. Dos carreras universitarias de grado podrían contribuir a encauzar la vida en la tierra.
Una de las carreras propuestas está vinculada con hacer viable lo inviable, es decir generar recursos en todos los rincones del planeta para evitar las migraciones por hambruna, la acumulación de recursos en unos pocos y generar en forma sustentable trabajo para todos. En el artículo Hacer viable lo inviable decía “En el planeta existen zonas aparentemente poco beneficiadas, no poseen minerales, combustibles fósiles, ni su suelo presenta las características adecuadas para ser cultivado. La falta de energía no posibilita la radicación de industrias y la generación de puestos de trabajo. Suelen ser consideradas como zonas inviables por los economistas y abandonadas a su suerte. La gente joven emigra en busca de un porvenir mejor y los pueblos existentes languidecen…” “La producción abundante de energía se basa en la instalación de paneles solares, en la generación de biogás a partir de residuos, centrales termoeléctricas alimentadas por biomasa obtenida a partir de cultivos, microorganismos y microalgas modificados genéticamente, de los cuales también se puede obtener bioetanol, biopetróleo y biodiesel. El dióxido de carbono proveniente de las centrales termoeléctricas y de la generación de biogás se lo puede utilizar para obtener grafeno y/o para alimentar cultivos de microalgas capaces de producir desde medicamentos hasta ácidos grasos omega 3...”  
Por lo expuesto, la primera carrera de grado propuesta es una Licenciatura (o similar) en Nano y Bioeconomía, a distancia y bilingüe (inglés-español) para una capacitación y aplicación directa “in situ” con el apoyo tecnológico necesario. El citado enfoque produciría una trasformación simultánea, horizontalizando la generación de recursos, evitando su concentración y con una producción sustentable amigable con el ambiente.
La segunda carrera, con proyección sobre la segunda mitad del siglo está íntimamente ligada al “ser humano”, es necesaria para acompañar nuestra revolucionaria transfor- mación a través de la cognociencia y cognotecno- logía. Trasformación que puede abarcar desde la inteligencia artificial hasta el humano robotizado inmortal. En el  libro  La Convergencia de las Tecnologías Exponenciales y la Singularidad Tecnológica publi- cado en octubre del año 2017, decíamos “En la línea del tiempo puede ocurrir que la vida biológica en la tierra no sea posible. Existen posibilidades ciertas de avanzar hacia condiciones ambientales extremas en las cuales ya no podríamos elegir entre hombres o robots. Un robot puede vivir a temperaturas más altas, sin agua, sin oxígeno, sin alimentos...” “lo atesorado del inmenso legado del conocimiento universal tal vez pueda pasarse de un humano a un robot como hoy se pasa el software de una computadora a otra”. Si admitimos la posibilidad que la mente es al cuerpo como el software lo es al hardware, la posibilidad de poder trasferir la mente-sofware a un robot puede llegar a constituirse en una realidad y en la gran revolución del siglo XXI”. La segunda carrera propuesta es una Licenciatura (o similar) en NBIC (Nano, Bio, Info y Cognotecnología), conocimiento integrado para buscar soluciones a un porvenir complejo.
La licenciatura en Nano y Bioeconomía pensada en contribuir a solucionar las problemáticas en lo inmediato y la Licenciatura en NBIC para acompañar a los jóvenes en su futuro mediato tal vez sean las nuevas carreras universitarias necesarias para la vida en el siglo XXI.

Lecturas complementatias: Hacer viable lo inviable II

sábado, 6 de febrero de 2021

Ambiente & Biotechpeace Network

En el artículo Principio de Le Châtelier, contaminación y naturaleza, publicado en Biotecnología & Nanotecnología al Instante (04/07/20) y en el Scilog Homo nanus de Investigación y ciencia (03/08/20) decía “Los países basan buena parte de su economía en la producción industrial y la explotación de recursos naturales. Todo es un ciclo de producción y consumo sin considerar los daños producidos al ambiente. Por lo tanto constantemente se altera y perturba el equilibrio del suelo, del agua y del aire. La economía imperante vive a espaldas de los límites naturales impuestos por los recursos del planeta.
Esta pérdida de contacto con la base material del proceso económico impide explicar el origen de algunos de nuestros problemas más graves y plantear alternativas viables”. Lógico es observar entonces como la problemática ambiental se agudiza. No son las encendidas protestas la solución, es necesario el uso racional intensivo de las nuevas tecnologías para cubrir las necesidades de una población planetaria creciente en forma sustentable. Es con esa premisa que en febrero del año 2013 se crea Biotechpeace Network cuya de difusión e inscripción se realiza a través del Grupo de Linkedin con la citada denominación (https://www.linkedin.com/groups/4846010/). En sus fundamentos dice: “Biotechpeace Network constituye un espacio para trabajar por el desarrollo sustentable del planeta. La biotecnología y la nanotecnología nos permiten salir de la protesta y pasar a la acción. La biotecnología con sus 65 millones de genes conocidos y la ingeniería genética brinda soluciones en áreas vitales como la salud, la alimentación, la energía y el cuidado del medio ambiente. La nanotecnología nos permite innovar haciendo construcciones con átomos y moléculas de modo de dar respuestas en el campo de las nueve necesidades humanas: salud, alimentación, energía, ambiente, vivienda, vestimenta, comunicación, trasporte y defensa. La paz futura no se logrará con una economía de mercado sin respetar las leyes de la naturaleza, se logrará con la economía de las nuevas tecnologías, basada en la bioeconomía y en la nanoeconomía, capaz de generar en tiempo y forma los recursos naturales renovables y trabajo para todos. Biotechpeace Nerwork deberá ayudar a hacer lo que hay que hacer para mantener la vida en el planeta”. Tal vez sea el momento adecuado para que puedas reflexionar sobre la temática e incorporarte a la red.

Lectura complementaria:

sábado, 26 de diciembre de 2020

Sobre el 2021, números, letras y “pandemias crónicas”

Estamos próximos a un nuevo año. A veces resulta curioso e interesante sumar los números de algún acontecimiento. El año 2020 nos dice que 2+0+2+0= 4 y el año 2021 sería 2+0+2+1= 5. También podemos jugar con las letras asociadas, la cuarta letra del abecedario es la d y la quinta es la e. En tren de conjeturas podríamos decir que pasamos del 4 al 5 y de la d de desesperanza a la e de esperanza. La desesperanza en el año 2020 resulta obvia por una pandemia de COVID-19 rebelde, en medio de problemas económicos y ambientales crecientes. ¿En qué fundamos la esperanza de un 2021 mejor? En primer lugar en las vacunas, una respuesta específica al problema fundamentalmente en los países con mayor desarrollo científico-tecnológico. Resulta más conflictivo avanzar sobre las dificultades económicas y ambientales existentes antes de la pandemia, las cuales podríamos denominar como “pandemias crónicas”. 
El cambio de gobierno de los Estados Unidos tal vez acompañe y refuerce las estrategias para reducir la contaminación ambiental, aunque el atraso en el área es notorio y las iniciativas vigentes fijan fechas de concreción distantes en un intento de hacer algo pero lo más lejos posible priorizando una economía basada en la falta de respeto por la leyes de la naturaleza. Resulta lógico entonces que la economía del planeta también esté a la deriva y sin rumbo. Esperanza en el año 2021 sería encontrar algo similar a una “vacuna” para las “pandemias crónicas”, algo con suficiente sustento y fuerza para conducir a un desarrollo sostenible y viable en todos lados, algo tendiente a evitar las desesperadas emigraciones en busca de satisfacer necesidades básicas. Lograrlo requiere reparar mucho de lo realizado hasta el momento, requiere hasta “transformar la naturaleza para restituir las pautas perdidas y hacer posible la vida en la tierra” (Jeremy Rifkin). La biotecnología con su capital de más de 65 millones de genes conocidos y la transgénesis, y la nanotecnología, con su capacidad de innovar construyendo con átomos y moléculas, pueden transformar la naturaleza permitiendo avanzar hacia respuestas-soluciones inéditas en forma exponencial. Ambas conducen a dos tipos de economía, la bioeconomía y la nanoeconomía; a su vez éstas a la economía de las nuevas tecnologías. En el Plan NanoBio se expone y resalta lo expuesto. Pasamos del 4 al 5, pero para trastocar la desesperanza en esperanza necesitamos acortar los tiempos y utilizar con inteligencia el saber hacer de las nuevas tecnologías. Tal vez el 2021 sea un punto de inflexión hacia la implementación sostenida de las citadas “vacunas” contra las “pandemias crónicas”.

Lectura complementaria:

sábado, 28 de noviembre de 2020

Mañana, ayer y hoy

Luego de la película  Ayer, hoy y mañana (1963), se escribieron varios artículos con la citada denominación vinculados con temas varios,  incluso tecnológicos.  El cambio, en el orden del presente artículo no está ligado a una pretensión de originalidad sino a priorizar la preocupación por el mañana en un planeta en cuyo ayer no se contempló adecuadamente la dimensión de los problemas y en un hoy que lo encuentra a la deriva sin las adecuadas respuestas económicas y ambientales. El mañana apunta a un planeta sin rumbo y con conducciones ortodoxas incapaces de hacer la ruptura necesaria para modificar la situación. En ese contexto aparecen las nuevas tecnologías con su capacidad de dar respuestas singulares en las áreas planteadas a través de sus aspectos tanto estrictamente tecnológicos como económicos (bioeconomía, nanoeconomía). 
Las nuevas tecnologías son desarrolladas por profesionales altamente capacitados, de vanguardia y con una visión planetaria estructuralmente diferente a la desarrollada en la cultura de la globalización actual. Entonces, se visualiza la necesidad de una gestión ambiental comprometida con la necesidad de dar soluciones concretas a las problemáticas del cambio climático mediante la utilización racional intensiva de las nuevas tecnologías y la de crear las condiciones económicas para cubrir las necesidades de una vida garantizada a los 7500 millones de habitantes del planeta. Cuanto antes avancemos en la dirección señalada, más posibilidades de evitar un caos planetario acelerado e inminente. No es fácil, debemos poner todo el saber de avanzada en el intento, explicar y convencer a quienes prefieren ignorar la situación. Por eso, sólo por eso pensemos primero en el mañana para cambiar lo que hicimos mal ayer. ¿Cuándo comenzar? Hoy. 

Lectura complementaria: Plan NanoBio

sábado, 20 de junio de 2020

Plan NanoBio (NB).

En el año 2013 presenté en TED Rosario (Argentina), el Plan B, B de biotecnología, B de bioeconomía y B de biofábrica transgénica (subtitulado en castellano, inglés, alemán y coreano) como alternativa a la problemática  actual de un planeta a la deriva en lo ambiental-económico y con un plan A que hace bastante perdió su rumbo. Transcurridos siete años comienza a vislumbrase con cierta claridad que no alcanza con la propuesta centrada en la biotecnología para revolver todos los desafíos actuales y futuros tendientes a satisfacer las necesidades humanas primarias, a saber: alimentación, salud, energía, vivienda, vestimenta, trasporte, cuidado del ambiente, comunicación y defensa. Por ejemplo en el área de la energía la biotecnología puede aportar biogás, bioetanol y biodiesel y, la nanotecnología, paneles solares de puntos cuánticos, nanocatalizadores para convertir el dióxido de carbono en metano y baterías de mayor eficiencia para los autos eléctricos. 


En el área de la salud la biotecnología da origen a biofármacos (ej.: anticuerpos monoclonales) y terapias biotecnológicas (terapias celulares y terapias génicas), mientras la nanotecnología revoluciona el ingreso de medicamentos al organismo con nanoaerosoles de ingreso nasal capaces de reemplazar las inyecciones, nanopartículas para destruir el cáncer por resonancia plasmónica superficial localizada, nanorrobots para diagnóstico y tratamiento y, biomiméticos, para producir anticuerpos y antivirales alternativos de plástico. La nanotecnología da respuestas a las nueve de las necesidades humanas señaladas y comparte con  desarrollos biotecnológicos cuatro de ellas: alimentación, salud, energía y cuidado del medio ambiente. Por lo expuesto y tratando de comprender el constante avance de las tecnologías convergentes, creo que es necesario complementar el Plan B para salvar el mundo (planeta) presentado en el año 2013, hoy no me cabe ninguna duda que debemos avanzar  en el contexto con un Plan NanoBio(NB) coincidente en las letras de inicio con las tecnologías del siglo XXI: las  NBIC (Nano-Bio-Info y Cognotecnologías).

Información complementaria:
La convergencia de las tecnologías exponenciales y la singularidad tecnológica. Alberto L. D’Andrea (coordinador). 2017. Ed. Temas. Buenos Aires. Argentina.

sábado, 16 de mayo de 2020

Tiempo de Nanoeconomía.

Durante años se habló de macroeconomía y de microeconomía sin poner el foco específicamente en el individuo. Avanzar hacia un contexto necesario para superar las problemáticas actuales implica, para algunos, centrarse en el comportamiento económico de las personas y, para otros, dar respuestas a sus necesidades económicas.  En principio ambas posturas se complementan, la primera  se basa en el saber y la segunda en el saber hacer. La nanotecnología realiza innovaciones construyendo con átomos y moléculas. Tal es el grado de desarrollo actual que dentro de una nanopartícula muy pequeña, por ejemplo de 10nm (1nm equivale a 10-9m), puede ubicar e individualizar cada átomo en imágenes 3D. 
Hace visible lo que hasta ahora era invisible. De eso trata la nanoeconomía de visibilizar las necesidades de cada persona, individualizarlas y dar las respuestas necesarias. En la actualidad, una ley, un decreto o una simple resolución puede beneficiar a cierta cantidad de gente, no afectar a otros y perjudicar al resto. No existe una preocupación real por visibilizar la problemática de cada individuo. Saber cuánto necesita para vivir dignamente, considerando lo necesario para tener vivienda, comida, trasporte, resguardo de su salud, etc. Luego agrupar a quienes tienen necesidades similares y actuar en consecuencia. Tal como hace la nanotecnología, hacer visible a quienes hasta ahora  no lo son. La pregunta es, ¿por qué no lo son? Cuando uno utiliza un microscopio selecciona el aumento según lo que necesita o quiere observar. Resulta evidente que la construcción económica, en la actualidad sin rumbo, comenzó de arriba hacia abajo, macro, micro,…algo tan antinatural como que nunca tuvo en consideración las leyes de la naturaleza logrando  no solo una economía global también una destrucción ambiental exponencial. Indefectiblemente nos vamos acercando a la nanoeconomía, con la necesidad de invertir el orden, de abajo hacia arriba, de la necesidad individual a una micro y macro real, centrada en las necesidades de las personas y no en legislaciones arbitrarias. 
Es tiempo de incorporar la tercera pata a la microeconomía y macroeconomía, es tiempo de visibilizar las necesidades de todos los integrantes del planeta, es tiempo de nanoeconomía.   

Lectura complementaria: 

sábado, 2 de mayo de 2020

Luego de la pandemia, la economía de las nuevas tecnologías.

La economía de pensamiento único en la cual lo económico predomina sobre lo político y el mercado soluciona todos los problemas del sistema en concurrencia con la competitividad y el libre intercambio, no puede dar en la actualidad respuestas a las demandas de una sociedad planetaria de 7.500 millones de habitantes. El intento histórico más reciente de romper con la inconveniencia actual de la economía partió de Nicholas Georgescu-Roegen, uno de los pensadores más notables y profundos de la economía moderna; él lanzó dos torpedos críticos a la economía vigente en sus libros Analytical Economics (1966) y The Entropy Law and Economic Process (1971), en los cuales centra las problemáticas económicas actuales en el divorcio entre las teorías económicas y el cumplimiento de las leyes de la naturaleza.
Para los economistas de pensamiento único todo es un ciclo de producción y consumo, pero para la naturaleza esto no constituye un ciclo, es sólo un gasto unidireccional de energía y recursos naturales no renovables en el tiempo que se consumen. En definitiva, él previó un mundo globalizado en el cual tanto la economía como el medio ambiente andarían a la deriva y que solo con la aparición de tecnologías capaces de transformar la naturaleza se podrían restituir las pautas perdidas y hacer posible la vida en la tierra. Es así como en 1973 surge la biotecnología moderna y en 1974 la nanotecnología. Las respuestas de ambas en áreas como la alimenticia, la energética, de la salud y el medio ambiente, paulatinamente fueron dando origen a sus respectivas economías, la bioeconomía y la nanoeconomía. Hoy podemos definir la bioeconomía real como una economía basada en la biotecnología, capaz de generar en tiempo y forma los recursos naturales renovables, con su acervo de 65 millones de genes, y la ingeniería genética, para dar respuestas a necesidades socioeconómicas, tales como la demanda de energía, alimentos, disminución de los gastos en salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e ingresos en forma sustentable. La lógica de la palabra economía parece indicar una sucesión, luego de la macro y microeconomía, hacia una nanoeconomía; es decir, al estudio de la economía a partir del eslabón más pequeño, de lo cotidianamente pequeño, una economía centrada en el individuo y en las necesidades del acontecer económico diario. Resumiendo. Podemos presentar la nanoeconomía como una economía construida a partir de las necesidades del quehacer diario de los 7.500 millones de personas habitantes del mundo, en vez del resultado del accionar de países o empresas. Nada tan heterogéneo como dar respuestas a la economía diaria de 7.500 millones de personas, nada más complejo que la cantidad de combinaciones posibles de los átomos y moléculas existentes. Tal como lo hace la bioeconomía, capaz de subordinar la economía a leyes de la naturaleza;  la nanoeconomía subordina la construcción del mundo económico a las necesidades de cada uno de los individuos del planeta. Una construcción difícil, más aún cuando nunca se intentó “visualizar a todos” desde la economía de pensamiento único, pero posible y no más dificultosa que las construcciones nanotecnológicas hoy factibles y en continuo desarrollo. La bioeconomía y la  nanoeconomía a partir de su capacidad productiva van originado la economía de las nuevas tecnologías; desde el átomo y el gen hacia  una economía condicionada sólo por la naturaleza y las necesidades de los seres vivos.  Esto conduce a hacer viable lo inviable y que cada zona del planeta pueda desarrollarse y vivir armónicamente sin necesidad de contar con grandes recursos naturales. La reciente pandemia puso un stop a la globalización y también al incremento de la contaminación. Los países se cerraron, la producción masiva se paró, bajó el consumo de energía y hasta se nota una menor contaminación. La reciente pandemia puso un stop a la globalización y también al incremento de la contaminación. Es el momento para el desarrollo local, no globalizado. Las herramientas están, es el momento adecuado para pasar de la economía de globalización a la economía de las nuevas tecnologías centrada en la persona y la naturaleza.

 Lecturas complementaria:                                                                                                         Hacer viable lo inviable I., Hacer viable lo inviable II , Hemisferios. Ambiente y Sociedad.

sábado, 24 de noviembre de 2018

Desde la bioeconomía hacia la nanoeconomía.

Es generalizada la idea que la estratégica de la bioeconomía se apalanca en su importante cantidad de recursos renovables de origen natural, modificados o no genéticamente. Esta bioeconomía competitiva y sostenible supone la llave para solucionar los problemas globales tanto a nivel local como internacional generando oportunidades de negocio. El fundador de la Economía Biofísica e inspirador de la Bioeconomía, Nicholas Georgescu-Roegen (1904-1994) presentó la idea del metabolismo de la sociedad humana o flujo metabólico relacionado con las transformaciones de la energía y materiales necesarias para la existencia y su mantenimiento. Introdujo los conceptos de metabolismo endosomático y metabolismo exosomático para diferenciar la transformaciones de energía y materiales que tienen lugar en el cuerpo humano de las que ocurren fuera del mismo. Así el metabolismo endosomático esta relacionado con la alimentación y el exosomático con la energía consumida por la sociedad en las actividades diarias, es decir las provenientes mayoritariamente de utilizar los combustibles fósiles (electricidad, combustibles, etc).
La energía para nuestro metabolismo endosomático proviene del sol y llega a nosotros a través de la fotosíntesis cuando nos alimentamos con vegetales y también cuando lo hacemos con animales que se alimentaron con vegetales o de otros animales quienes comen vegetales. Dice el Dr. Umberto I. Gallasso: El sol, bajo la forma de energía luminosa, es la única fuente de energía que ha abastecido y abastece de “materia prima” a todas las “fabricas de vida” que son las células. El hombre se equivocó en cuanto al metabolismo exosomático. En vez de asimilarlo a los mecanismos para la vida utilizando energía solar, optó por utilizar combustible fósil. En el año 2019 se alcanzará el record de consumo de 100 millones de barriles de petróleo por día. Algo que estaba enterrado, sin ocasionar inconvenientes, se lo transforma en dióxido de carbono a la velocidad 100 millones de barriles por día. Es así como se dispara, a partir de la economía biofísica, el primer intento de respuesta a la problemática: la bioeconomía, tendiente a lograr una producción sustentable a partir de mantener un equilibrio cíclico con el dióxido de carbono atmosférico. Paulatinamente comienza avanzar, para solucionar la problemática planteada por la economía biofísica, la parte física de la mano de la nanotecnología: nanocatalizadores para tranformar en dióxido de carbono en metano (gas común), sistemas de electrólisis-nanocatalizador alimentado por radiación solar para generar, a partir de dióxido de carbono, etanol, etileno y propanol, paneles solares de puntos cuánticos diurnos y nocturnos (funcionan con radiación infrarroja), dispositivos para nanofotosíntesis, aislantes térmicos para reducir el consumo energético, baterías más eficientes, sistemas de obtención de agua potable a partir del agua de mar utilizando radiación solar y nanopartículas (efecto de resonancia plasmónica superficial localizada), etc.   El camino secuencial tendiente a que el metabolismo exosomático sea similar al endosomático, para la vida, está claro: bioeconomía, nanobioeconomía y nanoeconomía. De lo más conocido y menos complejo hacia lo distinto, construcciones con átomos y moléculas, con importantes requerimientos de innovación, desarrollo e implementación.

sábado, 8 de julio de 2017

¿Bioeconomía real o globalizada?

El avance científico-tecnológico, sustentado por el desarrollo de modelos atómicos confiables en la primera mitad del siglo XX y, potenciado fundamentalmente por su crecimiento exponencial en los últimos 67 años, queda reflejado por el incremento del CO2 debido al megaconsumo de energía fósil inherente y por el incremento en el promedio de vida conducente a un aumento, en los últimos 67 años, de 5000 millones de habitantes en el planeta. Pasamos de 2500 millones en 1950 a 7500 en el año 2017 lo que pareciera indicar una floreciente la vida humana en la tierra. No obstante, si bien el avance científico-tecnológico produjo una mejora cuantitativa importante en cuanto al promedio de vida, con perspectiva a corto plazo de superar los 100 años, trajo aparejado graves problemas con tendencia a acelerarse: aumento desproporcionado de la población mundial, aproximación a la “carga máxima de la tierra” (10.000 millones de habitantes), fuerte incremento en la demanda de energía, alimentos y servicios de salud,  aumento de la contaminación en general producto de la mayor cantidad de habitantes y de la actividad del hombre, peligrosa acumulación de gases que conducen al calentamiento global, declive constante de la diversidad biológica ante la apropiación de más espacios físicos por el hombre, falta de trabajo, concentración de los recursos en pocos habitantes y un ascenso de lo irracional.  En el contexto planteado la economía de pensamiento único, en la cual lo económico predomina sobre lo político y el mercado soluciona todos los problemas del sistema en concurrencia con la competitividad y el libre intercambio, no puede dar respuestas a las demandas de la sociedad. De los 7500 millones de habitantes actuales, casi 1000 millones no pueden comer si alguien no le proporciona alimentos y 6000 millones están fuera de una vida garantizada.  El intento histórico más reciente de romper con la inconveniencia actual de la economía partió de Nicholas Georgescu-Roegen, uno de los pensadores más notables y profundos de la economía moderna; él lanzó dos torpedos críticos a la economía vigente en sus libros Analytical Economics (1966) y  The Entropy Law and Economic Process (1971) en los cuales centra las problemáticas económicas actuales en el divorcio entre las teorías económicas y el cumplimiento de las leyes de la naturaleza. Para los economistas de pensamiento único todo es un ciclo de producción y consumo, pero para la naturaleza esto no constituye un ciclo, es sólo un gasto unidireccional de energía y recursos naturales no renovables en el tiempo que se consumen. El auguró por lo tanto un gran fracaso en la economía mundial, fracaso evidente ante la cantidad, en tiempos cada vez más cortos, de  crisis económicas. Nicolás Georgescu-Roegen señalo como única solución posible la aparición de ciencias-tecnologías capaces de generar en tiempo y forma los recursos naturales necesarios para llegar a un nuevo tipo de equilibrio en la Tierra.
Paulatinamente, debido al incremento exponencial de las innovaciones tecnológicas, se avanza hacia un incesante aumento en la capacidad de producir en forma sustentable con posibilidades de dar soluciones alternativas altamente efectivas ante la inacción de la desbordada economía de mercado.

La bioeconomía real.
La biotecnología con su capacidad transformadora de la naturaleza aparece como la tecnología “prometeica“ buscada por Georgescu-Roegen en respuesta a las problemáticas planteadas por su economía física basada en la función entropía. Hoy podemos definir a la bioeconomía real como una economía basada en la biotecnología con la habilidad de generar en tiempo y forma los recursos naturales renovables, con su acervo de 65 millones de genes y la ingeniería genética, para dar respuestas a necesidades socioeconómicas tales como la demanda de energía, alimentos, disminución de los gastos en salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e ingresos en forma sustentable.  
Pareciera ser que la mejora se orienta a un Plan B, centrado en avanzar hacia la Bioeconomía cuya base científico-tecnológica es la Biotecnología y su motor productivo es la Biofábrica transgénica. Decía Georgescu-Roegen “Si la vida es lo más importante, la economía debiera ser una rama de la biología y no la vida un apéndice de la economía como plantea la economía actual”.

La bioeconomía globalizada o de conveniencia.
Los países desarrollados engloban bajo la denominación de bioeconomía a la  actividad económica que se nutre de la investigación y la innovación en las ciencias biológicas, en un intento por mantener subordinada a la naturaleza a un contexto económico ficticio. Una bioeconomía de conveniencia para disfrazar la crisis mundial en la cual las medidas de política económica recomendadas fallan en forma sistemática ante el asombro de los propios economistas quienes ven cómo las recetas aprendidas en la mayoría de las universidades no funcionan.

¿Ahora?
Es el momento apropiado de avanzar con una bioeconomía tendiente a paliar el ocaso de la economía de pensamiento único en su carrera por continuar con la acumulación del poder en desmedro de la mejora cualitativa de la vida en la Tierra. 
Debemos distinguir las voces de los ecos, la incidencia productiva de la tecnología actual nos permite incursionar en  una economía moderna, centrada en las necesidades del hombre, en el respeto de las leyes de la naturaleza y en la optimización de sus recursos generosos. 


Lectura complementaria:

sábado, 22 de octubre de 2016

Las NBIC, el nuevo Big Bang del conocimiento.

En agosto del 2008, en la publicación Novedades Bioquímicas (Nº182), publicamos un artículo relacionando con las NBIC y una nueva explosión del conocimiento. Sea el presente una reflexión actualizada de lo que decíamos:
“La interacción dinámica entre la nanotecnología, la biotecnología y la infotecnología permiten potenciar el incremento del conocimiento universal para avanzar hacia la cognotecnología. La integración armónica de ellas llevará tanto a una comprensión profunda del ser humano como a una nueva y trascendente revolución tecnológica. Esta integración conduce a las tecnologías de convergencia: NBIC (Nano-Bio-Info-Cognotecnología). Las iniciales de sus unidades elementales de funcionamiento, el bit en la infotecnología, el átomo en la nanotecnología, la neurona en la tecnología inherente a la neurociencia cognitiva y el gen en la biotecnología, conforman la palabra bang. Esta small bang en el hombre, multiplicado por los 7400 millones de habitantes existentes en la tierra, se constituirá, a partir de la comprensión de como se genera el pensamiento en el circuito neuronal, en la gran explosión del conocimiento en siglo XXI”.
Trascurridos ocho años de la publicación, las NBIC en acción avanzan hacia la obtención de un mapa 3D de nuestras 89 mil millones de neuronas y con rapidez a la construcción con nanochips neurosinápticos de los primeros cerebros similares a los humanos. Las tecnologías convergentes (NBIC) con su crecimiento exponencial se perfilan cada vez con mayor nitidez como los motores para el desarrollo de una nueva economía, opuesta a la globalizada de pensamiento único, con capacidad para dar respuestas simples a problemáticas socioeconómicas complejas. Hoy se habla de bioeconomía y de nanoeconomía y, en general, de una economía basada en los desarrollos tecnológicos capaz de generar en tiempo y forma los recursos necesarios para todos. Tecnologías con capacidad potencial desde  trasformar la naturaleza hasta el manejo eficiente con inteligencia artificial  del contexto productivo. La trasformación revolucionaria requiere del atesoramiento profundo del conocimiento de las NBIC y la capacidad de realizar innovaciones y emprendimientos a partir de ellos. Lo expuesto dará origen a nuestra reflexión cuando luego de otros ocho años digamos…


Lectura complementaria:

sábado, 3 de enero de 2015

Bioeconomía & Nanoeconomía.

La bioeconomía y la nanoeconomía ¿tienen algo en común?
Recordemos sus fundamentos. La bioeconomía es la respuesta de la biotecnología a las problemáticas detectadas por la economía física tales como: el aumento de la población mundial de 2500 a 7000 mil millones de habitantes entre el año 1950 y el 2013, aproximación a la “carga máxima de la tierra” (10.000 millones de habitantes), fuerte incremento en la demanda de energía y alimentos, aumento de la contaminación en general producto de la mayor cantidad de habitantes y de la actividad del hombre, peligrosa acumulación de gases que conducen al calentamiento global; agotamiento de la energía fósil-extractiva, antes abundante-barata y declive constante de la diversidad biológica ante la apropiación de más espacios físicos por el hombre. En tal sentido, hoy podemos definir a la bioeconomía real como una economía basada en la biotecnología capaz de generar en tiempo y forma los recursos naturales renovables, con su acervo de 65 millones de genes y la ingeniería genética, para dar respuestas a necesidades socioeconómicas tales como la demanda de energía, alimentos, disminución de los gastos en salud y cuidado del medio ambiente, generando a su vez trabajo e ingresos en forma sustentable.
La nanoeconomía surge para llenar en vacío luego de la sucesión  macroeconomía – microeconomía. El faltante es una nanoeconomía,  una economía centrada en el individuo y en su acontecer económico. Una economía construida a partir de las necesidades y el quehacer diario de los 7000 millones de personas habitantes el mundo en vez del resultado del accionar de regiones, países, empresas globalizadas o intereses sectoriales. Decíamos en el artículo Nanoeconomía & Nanotecnologia (Biotecnología & Nanotecnologia al Instante, 20 de diciembre del 2014): “La nanotecnología y la nanoeconomía (y agregamos ahora a la biotecnología y a la bioeconomía) convergen en construir desde la esencia de la vida misma con la convicción que desde lo pequeño se puede avanzar para comprender el todo, pero desde el todo tal vez sea dificultoso o casi imposible comprender y penetrar en el mundo de lo pequeño. Tal como lo hace la bioeconomia, capaz de subordinar la economía macro y micro a las leyes de la naturaleza;  la nanoeconomía subordina la construcción del mundo económico  a las necesidades de cada uno de individuos de planeta. Una construcción difícil, más aún cuando nunca se intentó “visualizar a todos” desde la economía de pensamiento único, pero posible y no más dificultosa que las construcciones nanotecnológicas hoy factibles y en continuo desarrollo”. 
Pensemos un 2015 en el cual el avance tecnológico en lo productivo genera el contexto necesario para encontrar el rumbo alternativo que el mundo reclama.
Un 2015 para comenzar a mirar desde lo pequeño.