Los nanomateriales están jugando un papel importante en el desarrollo de los autos de Fórmula 1, donde cada mejora puede marcar la diferencia en términos de rendimiento, seguridad y eficiencia. Los nanomateriales se están usando para reducir el peso, aumentar resistencia, mejorar la eficiencia de las baterías y optimizar sistemas electrónicos avanzados, entre otros. Algunos de los nanomateriales utilizados son:
Nanotubos de carbono en chasis y carrocería: Los chasis y partes de la carrocería de algunos coches de F1 han incorporado nanotubos de carbono en las fibras compuestas, haciéndolas más resistentes y ligeras. Este tipo de estructura se usa para proteger a los pilotos en caso de choque, ya que puede absorber mejor el impacto al redistribuir la fuerza a través del material.
Grafeno en componentes de frenado: El grafeno, que es ultra-resistente y ligero, se está usando en discos y pastillas de freno. Ayuda a disipar el calor de manera mucho más eficiente que los materiales convencionales, lo cual es crucial en los sistemas de frenado de F1, donde las temperaturas pueden alcanzar cientos de grados.
Recubrimientos cerámicos nanoestructurados: Algunos equipos utilizan recubrimientos de cerámica a escala nano en el sistema de escape y componentes cercanos al motor. Estos recubrimientos ayudan a resistir el calor extremo y protegen partes críticas de deformaciones, además de mejorar la eficiencia al mantener temperaturas óptimas en el motor
Fibra de carbono con refuerzos nano en el habitáculo de seguridad: Los nanomateriales se integran en la fibra de carbono que forma el "halo" protector y el monocasco, que son fundamentales para la seguridad del piloto. El refuerzo a nivel nano ayuda a que la fibra sea más resistente sin añadir peso extra.
Nanopartículas de sílice en neumáticos: Algunas investigaciones han explorado la inclusión de nanopartículas de sílice en los neumáticos para mejorar la tracción y la resistencia a la abrasión, optimizando el rendimiento en diferentes condiciones de carrera para un mejor manejo de la temperatura y mayor durabilidad.
Baterías y supercondensadores con nanomateriales: En los coches híbridos de F1, las baterías y supercondensadores para el sistema de recuperación de energía (KERS) utilizan nanomateriales como el litio-nanotubos para incrementar la capacidad de carga y descarga rápida, lo que permite un almacenamiento de energía más eficiente y menos pesado.
Un ejemplo concreto lo podemos encontrar en la empresa Nanoprom por su famoso producto Polysil, un nanomaterial que hizo su debut en la Fórmula 1 hace años y que mejoró significativamente el comportamiento de los neumáticos, al tiempo que redujo el peso de los monoplazas. Polysil se rocía sobre las llantas de un monoplaza de F1 y actúa como una barrera térmica. Esto permite que se transfiera más calor a los neumáticos, incluido el de los discos de freno. El calor se almacena mejor dentro de la llanta, lo que permite que los neumáticos alcancen la temperatura óptima más rápido y se enfríen más lentamente. Ni que decir tiene que los neumáticos más calientes proporcionan una mejor tracción, y es por eso que los coches cuyas llantas están tratadas con Polysil se adhieren mejor a la pista. Para hacer las cosas aún más espectaculares, las superficies tratadas con Polysil tienen una mejor resistencia a la abrasión y también evitarán que los trozos de goma que salen volando de los neumáticos durante una carrera se peguen a las llantas.
Varios equipos de Fórmula 1 han estado a la vanguardia de la adopción de nanomateriales, aunque los detalles específicos suelen mantenerse en secreto debido a la competencia. Cada escudería sigue innovando con el uso de nanomateriales para obtener una ventaja competitiva. Su utilización es una tendencia creciente, y los equipos continúan colaborando con empresas de estos materiales avanzados para mantenerse a la vanguardia en un deporte donde cada milisegundo cuenta.