La ciencia no es
sólo conocimiento, es el conocimiento
sistemático y ordenado. A fines del
siglo XX, ante la problemática de un planeta a la deriva en lo económico y ambiental,
se fue pasando de las ciencias y tecnologías separadas, cuya función era comprender
y explotar la naturaleza, a ciencias tecnologías integradas para potenciar la
transformación de la naturaleza y posibilitar la vida en la tierra. Esta
conjunción con crecimiento exponencial enfatiza la necesidad de sistematizar y
ordenar los aspectos científicos-tecnológicos en áreas como
la agricultura, de interés vital por su respuesta a las necesidades humanas primarias.
En la agricultura clasificar los insumos
provenientes de la integración compleja de las ciencias básicas con las
tecnologías de avanzada puede ayudar a una mejor comprensión sobre su origen,
potenciar desarrollos y optimizar las
aplicaciones agrícolas. Con la finalidad de establecer algún tipo de
ordenamiento actualizado en la temática podemos considerar tres aspectos/áreas centrales:
a) Insumos
basados en biotecnología.
b) Insumos
basados en la nanotecnología.
c) Insumos
basados en la infotecnología (ciencia de datos, IA, tecnología de la información y robótica).
a) Insumos
basados en biotecnología.
Biofertilizantes: Utilizan
microorganismos como bacterias fijadoras de nitrógeno para mejorar la fertilidad
del suelo.
Biopesticidas: Derivados de
organismos vivos o sustancias naturales
para controlar plagas y enfermedades.
Semillas mejoradas genéticamente:
Utilizan técnicas de ingeniería genética para desarrollar variedades de
cultivos con características mejoradas, como resistencia a enfermedades o
tolerancia a condiciones ambientales adversas.
b) Insumos basados en la nanotecnología.
Nanofertilizantes: Utilizan
nanopartículas para entregar fertilizantes de manera más eficiente a las
plantas, aumentando la absorción de nutrientes y reduciendo la lixiviación, la
cantidad necesaria y la contaminación.
Nanopesticidas: Emplean
nanopartículas para entregar los pesticidas de manera más eficiente a las
plantas, aumentando la absorción de nutrientes y reduciendo la lixiviación, la
cantidad necesaria y la contaminación.
Nanomateriales: Usan nanopartículas
para enriquecer el suelo y vinculadas con la tolerancia al stress (sequía,
salinidad, stress UV).
Nanosensores: Dispositivos
nanométricos que monitorean variables ambientales como humedad del suelo, pH,
nivel de nutrientes, etc., para una gestión precisa de los cultivos.
Nanodelivery: Trasporte de
material genético para realizar transgénesis en vivo (CRISPR-cas9)
c) Insumos basados en infotecnología.
Agricultura de precisión: Utiliza
datos recopilados por sensores remotos, drones, satélites y equipos de campo
robotizados para optimizar el manejo de los cultivos, incluyendo la aplicación
precisa de insumos como fertilizantes y pesticidas.
Plataformas de gestión agrícola:
Software y aplicaciones que ayudan a los agricultores a gestionar y optimizar
sus operaciones agrícolas, incluyendo la planificación de cultivos, el
monitoreo del crecimiento y la salud de las plantas, y la gestión de insumos.
Esta clasificación refleja cómo
diferentes áreas de las ciencias y las tecnologías convergentes (Nano-Bio-Infotecnología)
con crecimiento exponencial contribuyen al desarrollo y aplicación de insumos
agrícolas más eficientes, sostenibles y orientados hacia el futuro. La interacción
entre ellas y su complejidad creciente requiere capacitarse en ciencias
básicas, nanotecnología, biotecnología, infotecnología,
gestión empresarial, bioeconomía,
nanoeconomía, etc.
Sí, es necesaria una capacitación
curricular en insumos agropecuarios para no ser consumidores solo informados
por folletos de las comercializadoras sobre sus productos, sin los
conocimientos necesarios para la toma de las decisiones adecuadas y para no ser
observadores perplejos de los desarrollos de avanzada, sino partícipes de
ellos.
Lecturas complementarias: